POR ROSARIO TORINO SOLÁ Benedicto XVI, continúa con uno de los grandes proyectos de Juan Pablo II El último sábado de la celebración el Papa se reunió

POR ROSARIO TORINO SOLÁ Benedicto XVI, continúa con uno de los grandes proyectos de Juan Pablo II
El último sábado de la celebración el Papa se reunió con más de 1 millón de jóvenes en “cuatro vientos” para realizar una vigilia dentro de la Jornada


Benedicto XVIViernes, 09/09/2011 | 18:38 hsCada tres años, en un lugar del mundo distinto se realiza el gran encuentro global de jóvenes con el Papa, la Jornada Mundial de la Juventud. Este año, durante el mes de agosto, miles de chicos del mundo entero se reunieron en Madrid para celebrar el evento.

El origen de la jornada mundial de la juventud fue en el año 1975, en el encuentro internacional de jóvenes que tuvo lugar en Roma, con el papa Pablo VI. Tiempo más tarde, durante el Jubileo de 1983-1984, llamado “Año Santo de la Redención”, entre las distintas celebraciones dedicadas a la juventud, la más importante tuvo lugar en la vigilia del Domingo de Ramos en Roma, en esta ocasión se congregaron más de 300 mil jóvenes de todo el mundo.

Ese fue el momento en que Juan Pablo II obsequió a los jóvenes una cruz de madera que simboliza “el amor del Señor Jesús por la humanidad y como anuncio de que sólo en Cristo muerto y resucitado, está la salvación y la redención”. Luego de esto el Papa instituyó la Jornada Mundial de la Juventud, con cadencia cada tres años. Y, aquella cruz se convirtió en la cruz de los jóvenes.

1985, fue el año proclamado por la ONU como el Año Internacional de la Juventud. Desde entonces la JMJ tuvo diferentes escenarios, Buenos Aires tuvo la dicha de ser el primer sitio donde se realizó el encuentro fuera de Roma, en el año 1987.

El Cardenal Stanislaw Rylko, presidente del Consejo Pontificio para los Laicos, expresó que: “El Papa Benedicto XVI se ha identificado totalmente con este programa, de evangelización de los jóvenes, propuesto por Juan Pablo II”. Sofía Martorell es una joven salteña que viajó a Madrid este mes para presenciar el encuentro y comentó que quedó muy satisfecha con la experiencia: “… me voy con una sensación muy feliz, personalmente comprobé que lejos de ser una persona fría como muchos piensan, este Papa es la cosa más tierna del mundo”.

Esta confluencia que acaba de concluir en España, y que mira ya a la que se celebrará en 2013 en Río de Janeiro, ha tenido como protagonista indiscutible, entre las palabras del santo padre, a una sola idea: la “verdad”. La veracidad, la evidencia o la autenticidad ha estado presente, de una u otra forma, en todos los discursos de Benedicto XVI.

Con el objetivo de dar a conocer el mensaje de Cristo, la JMJ tiene como finalidad crear un ámbito para compartir y reflexionar sobre los temas fundamentales de la vida cristiana, bajo el lema “Arraigas e identificados en Cristo, firmes en la fe”. Benedicto sorprendió a jóvenes peregrinos del mundo entero con las siguientes palabras “… no tengáis miedo al mundo ni a vuestra debilidad, el señor os ha otorgado vivir en este momento de la historia para que gracias a vuestra fe siga resonando su nombre en toda la tierra”

El último sábado de la celebración el Papa se reunió con más de 1 millón de jóvenes en “cuatro vientos” para realizar una vigilia dentro de la Jornada. A pesar de que la lluvia amenazó ese día los jóvenes se mostraron felices y llenos de espíritu. De los miles de chicos que se reunían en el lugar, sólo 50 tuvieron el honor de compartir el escenario junto a Benedicto. Gracias a participar y ganar en un concurso la salteña Belén Ovejero fue una de las ganadoras y logró estar un poco más cerca de su Papa querido: “fue una experiencia increíble, algo que no me olvido más, estuve muy cerca de el y fui feliz”, contó Belén.

A través de estos sucesos uno puede afirmar que realmente la fe mueve montañas. “… llevad el conocimiento y el amor de Cristo por todo el mundo. Él quiere que seáis sus apóstoles en el siglo XXI y los mensajeros de su alegría. ¡No lo defraudéis! Muchas gracias”, con estas palabras Benedicto puso fin a la maravillosa experiencia en Madrid junto a los jóvenes.
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