Cientos de uruguayos trancados por ola de frío y nieve que cierra aeropuertos en Europa
La nieve siembra el caos en el cielo europeo
danza uruguaya nacida en Alemania
Mañana y el miércoles a las 21.30 horas en la Zavala Muniz se verá "Una extraña entrada", un trabajo de danza creado, interpretado y dirigido por la uruguaya Ayara Hernández Holz y el coreógrafo alemán Felix Marchand.
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viernes, 17 de diciembre, 2010 8:56:36
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De: flypluna.com
Para: amilcarlegazcue
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Arte
Un museo fronterizo
Las 24 pinturas y esculturas seleccionadas apenas dan un índice de una colección mayor.
Nelson Di Maggio |
Hugo Longa. "El señor precisión", acrílico, 1970.
Germán Cabrera. "Sin título", escultura en hierro, 1996.
Carmelo Arden Quin. "Composición madí", acrílico y tinta sobre papel, 1995. Si las penurias de los museos nacionales montevideanos son incontables e interminables, los museos del interior poseen las propias. El Museo Municipal de Rivera fue creado por los tenaces esfuerzos del pintor y docente Osmar Santos, un riverense formado en la Escuela de Bellas Artes y el Instituto de Profesores Artigas. Fue en la capital del país que también frecuentó talleres de artistas y visitó numerosas exposiciones. Al regresar a su ciudad natal, la idea de crear un museo local surgió de inmediato. En 1958 presentó el proyecto al Concejo Departamental, que fue aprobado. Sin embargo, debieron pasar doce años para que el proyecto se concretara: la burocracia y el escaso interés de los funcionarios, remisos en agilitar los trámites, pusieron a prueba la paciencia de Santos. El apoyo del Banco Hipotecario permitió remodelar un local municipal, ubicado en la céntrica esquina de Sarandí y Monseñor Vera. El museo se inauguró el 25 de agosto de 1970.
Un acontecimiento para la cultura riverense. El museo, con obras en préstamo del Museo Nacional de Artes Visuales y otras procedentes de donaciones, ocupó en esos agitados años, un papel preponderante para el público, ocasión única de conocer aspectos del arte nacional. Una muestra de la gran pintora Magalí Herrera, oriunda de Tranqueras, fue un punto alto de las exposiciones temporarias. Una de sus obras se incorporó al acervo permanente del museo, como también la generosidad de artistas radicados en Montevideo, algunos de primer nivel, ampliaron la colección (Nelson Ramos, Hugo Longa, José Cuneo, Bruno Widman, Mabel Rabellino, Neder Costa, Raúl Cattelani, Eva Olivetti, entre otros), y artistas locales (Osvaldo Leite, Clever Lara, Clarel Neme, Luis Arias, Luis Ospitaleche y otros)......en 1982 fueron redescubiertas por Osmar Santos y Luis Ospitaleche en el citado Corralón Municipal, necesitadas de urgente restauración. Con el regreso a la democracia, el país fue retomando la vida normal. La tozuda insistencia de Osmar Santos ante las nuevas autoridades, el museo fue fundado por segunda vez en 1990. Por derecho propio, se designó director a Osmar Santos. Faltaba el local. En los primeros años, funcionó en diversos lugares hasta conseguir un local precario. Pasó otra administración (1990-95) y la precariedad se mantuvo. Mientras, las obras quedaron depositadas en el Hotel Casino. Las incontables peripecias se dieron recién terminadas en 2010, cuando se consiguió un local y la inauguración respectiva, el 5 de mayo de este año. Ya retirado de la actividad estatal, Osmar Santos pasó a ocupar el lugar de asesor artístico y Hugo Lago asumió como director.
Para dar a conocer parte de su acervo, dentro del ciclo Intercambio, referido a los museos del interior con la capital, se inauguraron en el Museo Nacional de Artes Visuales 24 obras del Museo Municipal de Artes Plásticas de Rivera. Por ser el más joven de los museos del interior, no posee los famosos nombres de sus colegas de Salto, Mercedes o San José (Sáez, Pallejá, Blanes Viale, Barradas, Figari, de Arzadun, Costigliolo, María Freire, para citar algunos) aunque puede enorgullecerse de contar con dos obras de Carmelo Arden Quin, cofundador principal del movimiento Madí, y ser el único museo del país capaz de esa hazaña. Se exhibe en la principal pinacoteca que nunca registró su nombre a excepción de ahora, designando con su nombre, el 54º Premio Nacional de Artes Visuales. Fetén, fetén.
Otros artistas reclaman la atención. El señor precisión, acrílico sobre tela de Hugo Longa, fechado en 1971, en los comienzos de su ascendente carrera y antes de su virulento neoexpresionismo que le dio fama, desplegando una cuidadosa factura y una deliciosa ironía. Dos dibujos intensos de Nelson Ramos, también de sus primeros años, los sesenta y los setenta, señalan la importancia de la colección a la que se agregan cuadros de Bruno Widman, Clarel Neme (era preferible Gorda, 1969, de mayor enjundia), de Adeliano Silva, fácilmente incorporable al Art brut, curiosa y doliente personalidad que hubiera sido interesante confrontarla con la de Magalí Herrera, aquí extrañamente ausente. La sensibilidad pictórica circula por las obras de Eva Olivetti y Clever Lara. Las esculturas de Germán Cabrera y Luis Ospitaleche son de gran calidad en la producción de ambos, aunque se sabe que Octavio Podestá, Mabel Rabellino y Marco A. López Lomba forman parte de su acervo y que quizá, por su tamaño, no era posible su traslado. Faltan también cuadros de Jorge Casterán, de César Rodríguez Musmanno, de los hermanos Ribeiro y Leonilda González, que habrían enriquecido esa visión de un estimulante museo fronterizo. No se editó, todavía, el catálogo y acaso en el texto se justifiquen presencias y ausencias, los criterios adoptados para la selección.
la republica
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punta del este y glamour
http://www.gatopardo.com/numero-91/cronicas-y-reportajes/una-excursion-por-la-zona-glamour.html
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