paez vilaro y mas Gente

Pablo Picasso decía que la cultura abre la mente de todos. Bueno, coincido: a mí la pintura me ayudó a seguir vivo, me dio oxígeno. Y lo puedo decir ahora, porque el año pasado estuve muy cerca de la muerte, y la vi tan oscura y fría que no me gustó nada. Entonces decidí volver, para seguir poniéndole color y luz a mi vida”, afirma Carlos Páez Vilaró en su atelier de Casapueblo, mientras improvisa imágenes africanas sobre una tela verde. Luego nos cuenta que en 2007 casi no podía hablar, e incluso contestaba sus entrevistas por e-mail, debido a que su corazón había recibido dos intervenciones quirúrgicas que le significaron la inclusión de una válvula mitral para mejorar la circulación sanguínea, y se sentía cansado y agitado. Hoy, recuperado, el artista plástico más reconocido de Uruguay volvió a su Taller del Mar, y habló nuevamente frente a un grabador.

–¿Cómo vivió su recuperación?
–La verdad es que tenía ganas de seguir viviendo y disfrutando de esta tierra. Por ello, de entrada, si me dejás, quisiera agradecer a los médicos de la Clínica Cardiológica de Buenos Aires, a los que me cuidaron en el Centro de Tratamiento Intensivo, a mi mujer, Anette, y a toda la gente que estuvo a mi lado y a la que se preocupó por mi recuperación. Ellos me permitieron seguir adelante y poder volver a pintar.

–Usted dice que le vio la cara a la muerte y no le gustó. ¿Cómo sería si debiera retratarla?
–Oscura, deformada, un lugar donde no deseo estar, porque yo quiero vivir. Mientras me llevaban en camilla al quirófano sentí que ése era mi último viaje, y me vinieron a la mente las escenas y los episodios más lindos junto a la gente que quiero. ¡Y todos transcurrían aquí, en Punta del Este! Y eso que con mi arte recorrí bastantes países, eh. Cuando desperté de la anestesia, uno de los cirujanos me dijo: “Dios quiso que continúe llevando su arte por el planeta”. Ante semejante milagro, comprendí que seguiré creando y poniéndole color al mundo hasta mi último aliento.

–¿Qué sintió en el momento en que volvió a tomar el pincel?
–Un gran nerviosismo, temblor, una emoción única. Quedé desbordado por una extraña sensación de felicidad y angustia. Porque para mí, pintar es escarbar la tela con el pincel, tratando de llegar a lo más profundo de ella.

–Si escarbamos en lo más profundo de usted, ¿qué encontraríamos?
–Al artista, al creador, más que a su obra. Yo me considero un hacedor, un constructor. Siempre consideré al arte como un edificio de departamentos, en el que cada técnica ocupa un piso. Yo, a pura pasión y puro color, recorrí todas las técnicas, porque hice cerámicas, esculturas, pinté, escribí comparsas, dirigí coros, actué en murgas. Caminé y anduve desde el sótano hasta el penthouse. Y todo a fuerza de pasión y color.

–¿Y qué significado tienen los colores para usted?
–Muchos: el gris azulado simboliza el prestigio; el violeta, la aristocracia; el ocre pálido, la pobreza; el rojo fuego, la estridencia. La nostalgia la pinto de azul. El amarillo es el alarido. En el rosado veo el amanecer del amor; en el verde, la vida; en el negro, la oscuridad, y en el blanco, la ansiedad de la tela vacía. Ahí me dan ganas de llenarla de tonos.

–¿Siempre pintó sobre tela?
–Siempre pinté cuando la emoción me venía, y si tenía delante un cartón, mi tela era un cartón, o unos tambores, o cerámicas, o paredes que llenaba de colores. Dejé mi testimonio en escuelas y hospitales de Africa y América. Esa fue mi cruzada. Con mis colores le puse alegría a las calles de los pueblos, al dolor, y de paso hacía un trueque para vivir: cambiaba mi arte por comida, por un techo. Era como un trovador de la pintura.

–¿Qué cosas lo motivan a la hora de pintar?
–Las mujeres y el sol son la fuente de mi inspiración. En la sala del Museo de Casapueblo que le dediqué a mi amigo Rafael Squirru hay cuadros maravillosos dedicados a las mujeres. El me enseñó a ser crítico, a percibir lo que nos rodea con otros ojos.

–¿El arte le ayudó a cosechar amigos?
–Seguro. El arte no tiene idiomas, ni barreras, sino que construye lazos. Por esta casa pasaron muchos amigos: Augusto Roa Bastos, Alejo Carpentier, Omar Sharif, Mario Vargas Llosa, Palito Ortega, Shakira, Susana Giménez, María Kodama, Paulina Rubio, Bo Derek, Antonio Banderas, Robert De Niro, Mirtha Legrand y Mercedes Sosa, entre otros. Y tales amistades me las regaló el arte.

–También le regaló su casi infaltable presencia en los fenomenales Carnavales charrúas…
–Cierto. Sólo no pude estar en 2007, debido a mi problema de salud. Pero ahora que estoy mejor, las llamadas volvieron a ser mi gran ritual. Cuando era joven entré por la arcada del conventillo Medio Mundo (célebre lugar de Montevideo, ya desaparecido, conocido como “la cuna del tambor”), acaricié el primero de esos tambores, cubierto con piel de potro, me sentí inspirado y decidí aprender el folklore de la raza negra para luego transformarlo en mi arte. Bueno... A partir de allí pasé a formar parte de su existencia. Por eso, participar de las llamadas es un agradecimiento a todo lo que los negros le dieron a mi arte. Y agradecerles, te aseguro, me hace feliz. Tanto como pintar.


Por Pablo Procopio. Fotos: Julio César Ruiz

Hablamos de los que entretuvieron, los que nos hicieron reflexionar, los que ganaron un Oscar, los cracks del deporte, los que aportaron a la ciencia, los que recuperaron un nieto o están por hacerlo, los que salvaron una vida, los que se convirtieron en ejemplos, los que inspiran, los que gustan, los que... hacen latir esa foto en la que todos –122 para ser exactos– quieren participar. Los que GENTE convirtió en Personajes del Año 2010.

PETTINATO STAND UP. Todo un experto en las fiestas de nuestra revista, Roberto brindó un monólogo informativo sobre lo que se debe hacer y lo que no en esta clase de galas. A saber: “1. Es obligación saludar a actores y actrices menores de 25 que ni siquiera conocés o ves. 2. Que no se te note que mirás para todos lados buscando dónde está Tinelli. 3. Siempre acercate a Francella y sonreí. Con eso, la foto garpa. 4. Es una fiesta, no hay que pensar ‘esta foto me conviene, ésta no...’. 5. Te encontrás con un grupo; son mas de cinco; están vestidos todos igual... ¡y no reconocés a nadie! No te preocupes: son periodistas deportivos. 6. ¡Qué bueno poder hablar con la Alfano y saber que por detrás no va a aparecer Matías Alé! 7. ¿Cómo reconocer si fue una fiesta digna de estar? Mirás alrededor y no aparece Ricky Fort... ¡Valió la pena!”.

EL ESCRITOR SIN PAPEL. Escuche bien: Eduardo Sacheri, padre del guión de la película ganadora del Oscar, El secreto de sus ojos, no dudó en buscar un papel por todo el salón, hasta que lo halló y encaró a los Casi Angeles: “¿Chicos, me firman un autógrafo para mi hija Clarita, que es fanática de ustedes?”. Los protagonistas de la tira juvenil más exitosa de los últimos tiempos no lo podían creer: “Es el colmo, Sacheri nos pide un autógrafo a nosotros”. Por su parte, apenas Mirtha Legrand vio a Marta Minujín (una suerte de Lady Gaga vestida con catsuit metalizado), no resistió la tentación: “Pero mirala a la Minujín, ¡está fabulosa!”, tiró Chiquita sin lograr evitar tocar su excéntrico colgante con borlas de plata. “Si lo ve Marcela (Tinayre) se muere, ¿no?”, preguntó la artista plástica. “¡Totalmente!”, le contestó Mirtha, y veloz la invitó a su programa: “No podés faltar este verano; sos una artista increíble”.

MOROCHAS, HERMOSAS Y OCUPADAS. El paso de Pamela David por el Alvear resultó fugaz, porque cerca de la medianoche debió salir corriendo como Cenicienta para conducir Animales sueltos junto a Fantino. Igual, su visita no pasó inadvertida: cuando una voz indiscreta le preguntó si durante el verano iba a volver a apostar al amor, ella se despachó: “Yo ya tengo novio”. Los que saben dicen que es un apuesto empresario. Otra de las morenas que levantaron suspiros fue Luciana Aymar, ahora también dedicada al modelaje. “Siento que recuperé mi feminidad. No se por qué, pero ahora los hombres me miran más”, contó. “¿Se te tiran?”, le preguntó un indiscreto caballero. “Bastante. Igual, ando bien acompañada”. ¿El afortunado? Es actor y se llama Michele Gurfi.

LOCOS DEL AIRE. Como siempre, Lalo Mir no paró de hacer sociales y hasta felicitó a Flor de la V por sus salidas en Tarde negra, el programa de la Rock&Pop, y a Fernando Bravo por su libro, Mi domicilio es el aire. Lo que no sabía es que a unos metros aparecía un potencial rival para el próximo año. ¿Pistas? El tipo mide 2,08 metros, es fanático del rock y acaba de retirarse de la NBA. Sí, Fabricio Oberto, hasta hace unos días pivot de Portland Trail Blazers, se muere de ganas por encabezar un programa de radio. Y parece que Mario Pergolini ya lo tentó, aunque Sebastián Ortega, rápido de reflejos, le ofreció que se sume a la Metro. “La semana que viene comemos un asado en Luján y lo charlamos”, quedaron.

LAS NENAS CRECEN. Parece que con el final de la tira teen éxito de los últimos años, las chicas de Casi Angeles van dejando su papel de niñas para ensayar el de mujeres. Y, pruebas a la vista, parece que les sale bastante bien. Mariana Espósito llegó a la fiesta con un ajustadísimo Natalia Antolin de raso colorado, robándose más de una mirada. Por las dudas su chico, Peter Lanzani, la seguía de cerca. Otra que hace rato dejó de ser nena es Julieta Prandi. La modelo, otrora actriz y ahora conductora, se encontró con uno de sus mentores, Guille Francella, y le mostró su panza de siete meses. “¡Ay, no puedo creer verte así! Estás hermosa”, le dijo el actor. “¡Cómo te quiero! Hagamos una foto juntos”, tiró Juli. Y el actor remató: “¡Qué manera de crecer la nena, por Dios!”. Ella cerró la conversación con una primicia: “Quiero casarme antes de que nazca Mateo, a mediados de enero. ¡Sí, con esta panzota!”.

DIGAME “BOMBERO”... GRACIAS. Luego de su increíble tarea en el rescate de la pequeña Vanesa Mamani –que cayó a un pozo de 23 metros de profundidad–, el bombero voluntario Marcelo Tucci se convirtió, sin buscarlo, en un héroe. Sin embargo, Celeste Cid no estaba muy enterada de quién era el buen hombre: “Hola, ¿no me regalarías tu gorra? ¡Me combina con el vestido!”. Marcelo, sorprendido, lanzó una carcajada y le explicó que no podía, por una cuestión de protocolo y porque llevaba las insignias que él defiende. Cuando le explicaron a la chica de quién se trataba, no supo dónde meterse. Entonces solucionó todo de la mejor manera: “Disculpame y te felicito”. Hay más: cuando el servidor público se cruzó con Cristina Pérez, la conductora de Telefe Noticias lo saludó así: “Mario, ¡qué bueno verlo!”. Cortés, el hombre le recordó: “Señora, mi nombre es Marcelo. Si no, dígame ‘bombero’”. Y allí recibió la segunda disculpa de la noche: “Le pido mil perdones. ¡Al aire también le dije Mario!”.

MI PRIMERA VEZ. Hombre particular si los hay, Alejandro Huevo Müller debutó en la velada de los Personajes del Año. “¿Si estoy emocionado? Te lo respondo cuando me vea en el kiosco de diarios”, definió el ex Valiente. Otro primerizo fue Mex Urtizberea, que no tenía muy en claro su rol. “Estoy feliz. Mirá todas las ostras que sirvieron. Es mi primera tapa... y todavía ni sé por qué me invitaron”, definió gracioso. Por su parte José María Listorti, conductor de Este es el show, se mostró sorprendido: “Yo antes venía acá a hacer notas, ¡y ahora estoy entre los grossos, Francella, Susana, Mirtha...!”.

TIMIDAS... Y NO TANTO. Gisela Dulko, una de las tenistas más hermosas del circuito WTA y de las damas más buscadas por las revistas del mundo, llegó sola porque su novio, Fernando Gago, se reincorporó a las prácticas del Real Madrid. “En casa están felices de que me hayan invitado, pero soy súper tímida en estos eventos”, se disculpó, moviéndose poco y nada de uno de los livings y sin probar bocado. ¿Dieta? “No. Le prometí a mamá que cenaba en casa con ella”, dijo re-familiera. Amalia Granata, en cambio, se mostró, tal su costumbre, un poco más desprejuiciada. Había que verla caminando por el Salón Versailles con ese infartante microvestido pegado al cuerpo mientras su novio, Juan Pablo Dematteis, no paraba de palmearle la cola.

EL PERSONAJE DEL AÑO. “Decime la verdad, Pedrito: ¿es cierto que te estás levantando a semejante mina, o es puro cuento?”, encaró un exitoso conductor a Pedro Alfonso, dejando boquiabierto al hoy por hoy productor estrella de Marcelo Tinelli, que había llegado después de las diez y media de la noche, contando: “No tenía qué ponerme y agarré este saquito de Marcelo”. ¿Cómo completó el look? “En verdad, la camisa y el cinto también son de Marce”. Después sí, se animó a pensar en el futuro: “Por ahora sigo con la producción, pero si Marcelo me lo pide, el año que viene estoy en el Bailando por un sueño... Por él hago el esfuerzo”. Hoy Peter es apuntado como uno de los galanes del momento, si bien cuando se encontró con Gonzalo Heredia le dejó en claro al barbado actor de Malparida y Valientes: “Quedate tranquilo, el número uno seguís siendo vos”. Un crack.





Stars de El Trece
Celeste Cid, Raúl Taibo, Gabriela Toscano, Guillermo Francella, Griselda Siciliani, Adrián Suar y Gonzalo Heredia. Bellezas y galanes del prime time del canal de Constitución, en la Noche de los Personajes.

Carlos Páez Vilaró
“El arte me ayudó a seguir vivo”

Luego de dos operaciones de corazón que lo tuvieron al borde de la muerte, el genial artista de 84 años retomó sus grandes pasiones: la pintura y las llamadas del Carnaval uruguayo. Recuperado, le contó a GENTE la experiencia, confesó que las mujeres y el sol son su inspiración y aseguró que seguirá poniéndole color al mundo hasta su último aliento.