CHARRUA( uruguaya ,oriental o yorugua)------------------la primer CHARRUA( uruguaya ,oriental o yorugua) que fue jurado del Metropolitano de Tango y del Jurado Mundial ,por merito propio,ahora seleccionada como "maestra reconocida mundialmente",dara un Seminario de Alta Intensidad en el Mundial.No solo es futbol mundial el Uruguay."Tanguera Ilustre de Buenos Aires" "Condor de Oro de San Luis,Argentina....Quien es? L.L. pasion,voluntad y tecnica.Tecnica,voluntad y pasion.Abriendo caminos para Uruguay,embajadora cultural de este Paisito que es un gran Pais con mayuscula. -- Ver .The one,

jueves, 9 de diciembre de 2010

DESDE MIAMI yo vendo unos ojos negros by RICARDO VEIGA

Yo vendo unos ojos negros...
06.12.2010 | por Ricardo Veiga
Hace unos días, un flaco de 24 años, puso en venta, por internet, un riñón, un pedazo de su hígado y una córnea. Más allá de que el donante esté del tomate o sin un mango, me llamó la atención el titular que la mayoría de los “medios” utilizó para difundir lo del tipo: “Denuncian que se venden órganos por internet”. “Mirá vos”,
me dije a continuación, “qué contentos estarán los tipos que acaban de llenar el formulario donando sus órganos y leyeron nada más que el titular”.

Después, no pude más que imaginar a todos lo que donaron sus riñones, hígado, córneas y demás, frunciendo el tujes del cagazo y dando por cierto el rumor que los médicos y periodistas se empeñan en desmentir: el tráfico de órganos. Porque, de no ser esa la vía para proveer el producto a vender y salvo alguno, como lo de este tipo, que esté jugado por la falta de guita u obligado por cuestionesde afecto y de sangre, hasta ahora no existe otro medio que justifique, a priori, un titular de ese tipo.

Claro que, a la hora de vender información, los grandes yprestigiosos “medios” argentinos no tienen
problema en ser tan sensacionalistas como el que más. Así, aquel que donó sus órganos, que no pudo detenerse en el desarrollo de la noticia, debe andar ahora tejiendo tramas conspirativas. Su marote debe estar pensando en cómo, el formulario de donación, va pasando de mano en mano hasta llegar a las de una organización internacional que planea su secuestro para extirparle sus tripas.

Ya me lo veo desconfiando de cualquier conocido que le pregunte, “y, cómo andás del hígado después de los atracones del finde”. Y respondiendo, “¡qué carajo te importa!¡desde cuándo te interesás por mi salud! Dejame en paz, querés!”. Sin embargo, biogenética mediante, no sería extraño escuchar en el futuro a dos amigos que, tras un tiempo sin verse, se despachen con un diálogo como este: “¡hola Negro, cómo andás!”, “no te imaginás, desde que puse una fabrica de hígados, me va fenómeno”.

Así, con todo esto de las células madre y demás, en el futuro podremos comprarnos un corazón 0Km., como quien cambia de automóvil. Quizás, no sería extraño ver por televisión una publicidad en la que un tipo de unos 60 años está corriendo al costado de una ruta durante la caída del sol. Mientras lo hace, una voz en off va
diciendo el siguiente párrafo:

“Tiene 65 años, hace 14 horas que está corriendo sin parar, lleva más de 100km recorridos y respira como si estuviera caminando ¿El secreto? Tiene puesto un corazón Toyota, qué esperás para transplantarte uno”. Después y durante unos segundos, sólo se ve al tipo correr, acompañado, solamente, del sonido de sus
pasos. Bajo ese fondo, la voz en off remata con un: “Corazones Toyota…la fatiga, quedó atrás”.

Esto sin mencionar la guerracompetencia entre las marcas ofreciendo sus mejoras y accesorios: hígados con
alta tolerancia al whisky, champaña y demás, riñones con filtrado ultrarrápido, corazones para la práctica de distintos deportes o para los que les gusta la vida sedentaria, vejigas de alta capacidad, para juntar orina mientras hacés cola en dependencias de la administración pública-la burocracia es y será eterna-, etc.

Las casas de repuestos venderán recambios de órgano-partes rectificados a nuevo. Se imaginan a los vendedores de la calle Warnes vestidos de delantal blanco y hablando con términos médicos: “este corazón tiene un poco agrandada la aorta pero, para salir del paso, podés tirar un par de años sin infartarte”.

Habrá agencias de órganos usados en la que la gente lleve sus estudios clínicos y ponga en consignación sus vísceras, a la espera de un comprador que le permita cambiar por un modelo de entraña diferente o más nuevo. Podremos leer clasificados tales como: “vendo corazón Chevrolet mod/todo terreno, nunca taxi-boy”, “Vendo pene Mercedes Benz extralarge sin uso, por cambio de sexo. Transplante a cargo del vendedor”.

Así, las costumbres y cuidados cambiarán. Volveremos a comer fritos, grasas y demás cosas que comían nuestros abuelos sin calentarse por el colesterol bueno o malo. Total, salvo que en un descuidofundas el “bobo”, en cuanto comience a funcionar mal, lo cambiás por uno nuevo. De este modo, la expectativa de vida se prolongará de manera indefinida.

En Argentina, igual podremos seguirmuriendo jóvenes-cientos de patovicas o conductores te lo garantizan-, pero
eso sí, con órganos nuevos. Lo que sí no tendremos es, ni historia, ni amor por nuestro cuerpo. Ese hígado que teníamos desde que nacimos, y al que hicimos padecer cuando nos agarrábamos de pibes esas fantásticas urticarias por los atracones con Aero, Suflair, o alfajores Jorgito, o las primeras borracheras junto a los pibes de la barra o, en el peor de los casos, una hepatitis C con esa potra que, aunque nos apestó mal, era una potra de aquellas, ya no nos importará.

Así, perderemos también los recuerdos. Porque hoy, cuando nos agarramos una pataleta, inmediatamente pensamos en las cosas que le hicimos y que hicimos, con nuestros pobres y sufridos órganos. Ahí, en ese momento, uno se masajea el miembro dolorido con cariño. Como no tenerlo con una parte de nuestro cuerpo, que nos ha sido tan fiel y compañera.

En el futuro, si este divague se convirtiera en realidad, y se viviera en un mundo donde todo es tan fácil de reemplazar, creo que, en vez de ganar, saldríamos perdiendo. Acostumbrados a no tener cuidado por las cosas, a que, con guita, todo es se puede renovar, puede que, además de compra y venta de órganos, aparezcan negocios donde comprar amigos, familiares, novios, novias, esposas, maridos, e hijos.

Para terminar con un grande y novedoso shopping, coronado con un cartel que diga: “Amor descartable” En un mundo asi, podrá ser cierto lo quedecía aquella canción: “Yo vendo unos ojos negros…”

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ELDIARIOARGENTINO

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