EL LOCO BIELSA ULTIMA ENTREVISTA HOY

de curiosidades, gestos y emociones del paso del DT por Chile
El increíble anecdotario del "Loco" Bielsa

Un chofer que lo dejó sin auto y otro conductor que perdió el camino. Su momento más emotivo de la eliminatoria y la semana en la que dio mil vueltas a la cancha de Pinto Durán. Su manía anti chépica, el local oriental donde recortaba la prensa. Esta es la radiografía menos conocida que retrata de cuerpo entero al rosarino.

Antonio Valencia
O Bielsa o yo

La mujer de uno de los choferes de Bielsa no aguantó más: "No te veo nunca, sólo te preocupas de Bielsa. Estoy harta: o Bielsa o yo", le espetó. El chofer tuvo que optar: se quedó con su esposa. Y no apareció más en Pinto Durán. El rosarino se quedó sin auto . De urgencia, le consiguieron otro. "Al estadio (recuerdan las fuentes riendo) llegó en un cacharro prestado".

GPS para el chofer

El rosarino pidió ir a Viña y su chofer le aseguró que sabía el camino. Bielsa se confió y hasta dicen que durmió en el trayecto. Pero el conductor se extravió en la Ciudad Jardín, demoró más de la cuenta y como el partido había empezado, Bielsa no dudó: "No entró al estadio, pidió un taxi y regresó a Santiago", narran en su entorno.

Mesita y pérgola

El nuevo sector para ruedas de prensa consta de una pérgola de madera armada según instrucciones de Bielsa. Pero la mesa en otro estilo lo descolocó. "Se ve mal pensada con el resto de la estructura", dijo. Cuando entraron los periodistas, la cubría un mantel.

De zoológico

Cada vez que visitaba un estadio en el extranjero, buscaba ideas para Pinto Durán. "Una vez le gustó un circuito de ejercicios de un estadio en California con modernos materiales, pero también le gustó otro que vio en el zoológico de Buin. Ordenó hacer una mezcla de los dos y le quedó mejor", cuentan sus íntimos.

¡Ya poh, profe!

Un mocoso del barrio se le cruza a Bielsa en la calle: 'Ya poh, profe, no sea apretado. Invite a Pinto Durán', le dijo con personalidad. "Mañana a las 4", le respondió el DT. "¡Pero que estén los jugadores poh!", insistió con desparpajo el niño. Al otro día llegó con un amigo: 'Puede pasar uno no más', le dijo el guardia. "Chaaa, no poh, no dejo solo a mi amigo", reclamó. Los dos terminaron viendo la práctica.

Cien dólares

Era una costumbre de Bielsa: cada vez que la Roja viajaba fuera de Chile, se encargaba de repartir parte de su viático a cada uno de la treintena de empleados de Pinto Durán. Cien dólares por cabeza. "Hasta que en 2009 sufrió ese robo de su oficina, como dos millones de pesos, que lo arruinó todo. Nunca más retomó su costumbre", grafica con pena uno de los funcionarios perjudicados.

Pasajero en vuelo

Los aviones lo ponen tenso y lo demostraba en silencio. Sí se aseguraba de una cosa: "Siempre quiso volar sin nadie a su lado y le pedía a la línea aérea que el asiento contiguo estuviera libre".

Más respeto con los sparrings

En Sudáfrica, un sparring y Valdivia fueron fuerte a disputar un balón aéreo. El "Mago" se quejó a garabatos: 'Qué te pasa c....!' le lanzó. Bielsa se percató, habló con Valdivia y luego con el 'pichón': "Te pido disculpas por el mal momento. No volverá a suceder", le dijo al juvenil.

Nunca tan feliz

Pocas veces Bielsa demostró tanta alegría con los jugadores. Las dos más recordadas fueron el triunfo sobre Argentina. "Felicitó uno por uno en el camarín. Pero la más emotiva de todas vez fue en Colombia, el partido de la clasificación a Sudáfrica", narran varios: "La felicidad se le notaba en la cara. Dio a cada jugador un largo abrazo", cuentan.

Nunca tan mal

No estaba en sus cálculos. La derrota 0-3 ante Paraguay en Santiago le dolió demasiado. "No podía entender qué pasó", revelan en su entorno. "Bielsa siempre camina alrededor de las canchas de Pinto Durán, reflexiona caminando, pero esa vez se pasó una semana dando vueltas", rememoran.

Maldita chépica

Obsesivo, el 'Loco' se desvivía por el estado de las canchas: "Se pasaba horas arrancando la chépica que crecía", cuentan en Pinto Durán. También pedía ayuda. "Y no había que quitar la maleza de cuajo, para que no dejara hoyos", agregan. Eso, hasta que de su bolsillo compró una podadora. En otra ocasión ordenó podar los árboles que botaban demasiadas hojas sobre el pasto.

De compras a la feria

Pocas veces lo hacía, pero cuando acudió a la feria Juan Pinto Durán, vecina al complejo deportivo, cuentan los feriantes, lo hizo de modo poco ortodoxo: no fue ni a pie ni en bicicleta, como otras veces se lo vio en el barrio, sino en un carro-podadora.

Trueque de utileros

Cada vez que la Roja jugaba un partido internacional, Bielsa enviaba al utilero al camarín rival para hablar con su colega. "Era para intercambiar camisetas, medias y buzos. Un trueque", explican.

La vida en 5 minutos

No acostumbraba dar charlas grupales. Prefería las indicaciones individuales antes de cada encuentro. Y eso le tomaba 5 minutos por jugador. "Bielsa tenía CDs en que compactaba lo mejor y lo peor de cada futbolista. Se los mostraba antes de cada pleito y los corregía con un puntero láser", indican en la Roja.

De diccionario

Un alemán le pregunta en Sudáfrica por qué le dicen 'Loco'. "Es justificado. Es por exageraciones de mi comportamiento. El diccionario dice más o menos eso.Yo elegí la definición más suave", le precisó.

Deme 500 películas

Un buen día a Pinto Durán llegaron 500 películas en un canasto de esos de supermercado. Remitente: los hermanos Cambiasso, amigos de Mayne-Nicholls. El destinatario: Bielsa. El 'Loco' compró los filmes y los envió de regalo a un centro penitenciario.

A rezar

Una vez se le vio entrar a una capilla en un paradero de dos dígitos en Vicuña Mackenna. Allá lo vieron rezar, en la iglesia de la congregación Schoenstatt.

Terremoto

El 27-F pilló a Bielsa en su solitaria habitación en Pinto Durán. "Se ubicó en la puerta. Algo sabía de temblores tras su paso por México. Después bajó a la cancha... al día siguiente se puso a revisar Pinto Durán entero".

El restorán oriental

Bielsa a veces iba a un pequeño local de comida oriental cercano al búnker. "Ahí llegaba con diarios, revistas y tijeras. Recortaba artículos y noticias. En el local le ponían un papelero y lo dejaban tranquilo".

Voy al teatro

Tres salas de teatros solía visitar el DT en la capital. Una en el barrio Bellavista, otra cerca de La Moneda y una tercera en la plaza Ñuñoa. "Del teatro de la UC se pasaba a comer a la Taverna della Piazza. Un clásico para él".

Copio lo bueno

De afuera, Bielsa miraba ideas para llevar a Pinto Durán. Los "alemanes inflables" (ver foto), un limpiazapatos, arcos japoneses plegables y un spa al que llama refrigerador. "Cada vez que iba a un estadio se ponía a abrir puertas para ver qué podía traer a Chile".

Aquí Charly 1

Bielsa y "Cachureo" (Gabriel Aravena), su escudero y ayudante, mantienen una comunicación estrecha. "Una vez notamos que 'Cachureo' tenía un audífono y un intercomunicador. Bielsa le decía algo así como "aquí Charly 1, ¿todo bien Charly 2?"

Amo Pinto Durán

El rosarino invirtió US$ 500 mil de sus ingresos por charlas -"antes de cobrar averiguaba el poder de pago de cada una"- en Pinto Durán. "Modernizó todo. Invirtió en arcos plegables, canchas perfectas, paneles para que las pelotas no molesten en muros vecinos, una sala de cine, movió la lavandería, mandó a construir una sala de espera para que las visitas no esperen en la calle, etc... Hace unos días preguntó: ¿Ahora quién me me va a cuidar todo esto?".



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