LA GRAN FIESTA DE MACRI Y ENTREVISTA A GRACIELA ALFANO

Farándula y política, en la fiesta exclusiva de Macri en Tandil
domingo 21 de noviembre, 4:00 AM
Jaime Rosemberg
Enviado especial
TANDIL.- Sin celulares encendidos, ni cámaras de televisión haciendo planos molestos, ni pap arazzi a la vista de los invitados. Rodeados de familiares y amigos de la política, el empresariado y el deporte que se unieron a ellos en avión o en automóviles de alta gama, y atravesaron los 355 kilómetros que separan a Buenos Aires de esta ciudad serrana.


Inmersos en el bucólico paisaje de la estancia La Carlota, a 40 kilómetros del centro de esta ciudad serrana, Mauricio Macri y Juliana Awada tuvieron ayer su festejo de casamiento. Un festejo pensado hasta el mínimo detalle que combinó la presencia de estrellas de la farándula nacional con la premisa de austeridad que surgió de los esposos, sabedores de que todo lo que hicieran sería leído como un mensaje político de cara a las elecciones del año que viene, en las que el jefe de gobierno piensa competir nada menos que por el sillón de Rivadavia.


Acceda a las imágenes de la ceremonia de casamiento de Macri y Awada "Estoy bárbaro, en las nubes", dijo Macri, minutos antes de las seis de la tarde, cuando salió a saludar a las decenas de medios de prensa agolpados en la entrada principal de La Carlota, propiedad de su tío, Jorge Blanco Villegas. Acompañado por su vocero, Iván Pavlovsky, el jefe de gobierno vestía un traje azul de alpaca, sin corbata, regalo del animador Samuel Gelblung, "Chiche". Parecía tener un toque de maquillaje en el rostro, se lo veía sonriente y relajado, mientras su esposa terminaba de cambiarse para una ceremonia sui géneris, organizada por el presidente de Pro, José Torello, y el actor Martín Seefeld.


"Aquí pasé gran parte de mi infancia, y hoy están la mayoría de los que quisimos que vinieran", afirmó Macri. Seguramente pensaba en una ausencia significativa que va más allá de la política: la de su padre Franco, que sí asistió a la ceremonia civil, el martes, en Costa Salguero. "Quedaba muy lejos", dijo el flamante esposo, como modo de disculpa hacia su padre, de quien está distanciado desde hace tiempo.

Políticos invitados

Cuando Macri salió a saludar a la prensa (prometió hacerlo con Juliana al terminar la ceremonia, al cierre de esta edición), ya se acercaban a la entrada los primeros invitados. Federico Pinedo, Ramón Puerta y Francisco de Narváez primerearon por el lado de los políticos, además de los ministros del gabinete y Gabriela Michetti, que llegó con un rosario de perlas blancas para regalarle a Mauricio. "¿Unidad entre Pro y el peronismo? Eso queda para más adelante", bromeó Puerta a La Nacion al franquear el ingreso a La Carlota y luego de negarse amablemente a "posar" para los fotógrafos. "Estoy muy gordo para eso", se excusó. Un poco retrasado llegó el consultor macrista Jaime Durán Barba, en el asiento de atrás de un auto alemán de alta gama (como la mayoría de los que hizo los 38 kilómetros de Tandil, 20 de ellos por camino de tierra).


Del mundo del espectáculo aparecieron Valeria Mazza junto con su esposo Alejandro Gravier, Seefeld y Jorge Rial, que fue uno de los pocos que tenía autorización para tomar imágenes dentro de la carpa.


Al cierre de esta edición se esperaba a las divas de la tevé, Mirtha Legrand y Susana Giménez, mientras se desvanecía la posibilidad de que Marcelo Tinelli (una de cuyas hijas estudia en esta ciudad) pasara a saludar un rato. Por el lado del fútbol, llegaron Guillermo Cóppola y Guillermo Barros Schellotto.


Los invitados, que a simple vista y por la cantidad de automóviles que entraron superó las 300 personas, se ubicaron en la enorme carpa blanca con sillas tapizadas, en el parque de cedros a unos 800 metros de la entrada y lejos de los flashes. Mucha seguridad, dentro y fuera del predio, con hombres vestidos con camisetas negras a pesar del calor.


Luego de la ceremonia, los comensales disfrutaron de la tabla de quesos y fiambres, para desembocar en el asado de campo con dos docenas de ensaladas para elegir. Para cerca de la medianoche estaba planeada la mesa de dulces y el pastel de bodas.


El día de Macri comenzó temprano, con un desayuno junto con su esposa y amigos íntimos. Salió a hacer gimnasia con un buzo azul y disfrutó del verde de la estancia, unas 750 hectáreas compradas por su tío en 1975 a la familia Chanoudie.


¿Es la boda una plataforma política para la campaña presidencial? Macri lo negó, y también dijo que su esposa "me acompaña, pero no significa que se vaya a dedicar" a la política. La pareja se dispuso a "bailar hasta la madrugada", y el propio Macri no descartó "cantar algo" antes de que el sol saliera entre las sierras.

EN LAS SIERRAS
Ricos y pobres

TANDIL (De un enviado especial).-Las formas de llegar hasta Tandil fueron diversas, y cada uno de los miembros de Pro usó el medio y los tiempos que pudo para acompañar a su jefe en el festejo. Algunos llegaron ayer, casi sobre la hora y con un transporte más rápido. Fue el caso del gurú ecuatoriano Jaime Durán Barba, que junto a otros 18 pasajeros (entre ellos, ministros como Diego Santilli y su esposa, Nancy Pazos) arribó en un jet de pequeñas dimensiones, mientras el secretario de gobierno Marcos Peña, y otros funcionarios lo hicieron en auto. "Es así, yo soy del Pro pobre", ironizó otro de los que vinieron en auto.

Para la prensa, pan

Deseosos de aplacar el enojo de los medios audiovisuales, que hicieron guardia en la puerta de La Carlota durante largas horas, los organizadores armaron una carpa especial en la que repartieron sándwiches y bebidas a los medios. Las vituallas llegaron a las 17 y las 22, y fueron bien recibidas, aunque quedó el resquemor por la imposibilidad de acercarse al festejo.



Enviá este artículo Comentá con tus amigos Versión para imprimir RECOMENDÁ ESTE ARTÍCULO
Se estrenó "Como bola sin Manija", ¿cuál es tu viejo más querible?
Antonio Gasalla ("Esperando la carroza")
Pepe Soriano ("La Nona")
China Zorrila ("Elsa y Fred")
Héctor Alterio ("El hijo de la novia")
Norma Aleandro ("Sol de...")
Norma Pons ("Franzie")
Mirtha Legrand ("Almorzando con...")
Isabel Sarli ("Mis días con Gloria")
Max Berliner ("Reumosan")
...
ALEGRIA. MAURICIO MACRI SALIO A SALUDAR EN LA PUERTA DE LA ESTANCIA “LA CARLOTA, PERO LA NOVIA, JULIANA AWADA, PREFIRIO NO MOSTRARSE. FRANCISCO DE NARVAEZ, AL VOLANTE, FUE UNO DE LOS PRIMEROS EN LLEGAR.

FRANCISCO DE NARVAEZ.

FIESTA. RAMON PUERTA, DIPUTADO Y AMIGO DE MACRI.

GUILLERMO COPPOLA, TAMBIEN PRESENTE.

FIESTA. La boda de Macri paralizó Tandil.

FIESTA. La boda de Macri paralizó Tandil.

FIESTA. La boda de Macri paralizó Tandil.

FIESTA. La boda de Macri paralizó Tandil.

FIESTA. La boda de Macri paralizó Tandil.

FIESTA. La boda de Macri paralizó Tandil.

FIESTA. La boda de Macri paralizó Tandil.
Etiquetas
Macri,casamiento de Macri,Juliana AwadaEstaría bueno...”, respondió Mauricio Macri a las 17.55, en la puerta de la estancia La Carlota, recién descendido de un carrito de golf. Parecía repetir el eslogan de campaña que lo llevó al Gobierno porteño en 2007, pero esta vez respondía a los periodistas de chimentos que le preguntaban si quería que Juliana Awada quedara embarazada pronto . Ella, su mujer, a esa hora comenzaba a cambiarse y los invitados encaraban una lenta peregrinación en imponentes autos alemanes que descendían por caminos delimitados por las sierras de Tandil.

El jefe de Gobierno, al cierre de esta edición, se abrazaba con viejos amigos y se preparaba para una noche larga: la celebración de su boda, la tercera de su vida y también, dice, la última . “Mis amigos me lo dijeron en la despedida de soltero: si te casás otra vez no venimos. Y sí, esta es la definitiva”, afirmó Macri, vestido con saco y pantalón azul oscuro, un ambo de 5.000 dólares que le regaló el periodista Samuel “Chiche” Gelblung. Exhibía un toque de maquillaje, como para dar mejor ante las cámaras que transmitían en vivo.

Desde la puerta de la estancia no podía verse la carpa emplazada en el parque de cedros, donde unas 300 personas iban a vivir el festejo. “En este lugar pasé los mejores años de mi infancia”, recordó Macri. Allí iba los veranos a ver a su abuela, Argentina Cinque de Blanco Villegas, madre de su tío y actual dueño de La Carlota.

Ayer todo estaba decorado de blanco, estilo minimalista: la mantelería, los centros de mesa, las sillas. Aguardaban dos docenas distintas de ensaladas (dicen que la novia probó una por una), una picada serrana y carnes asadas.

Muchos de los invitados de Macri llegaron en aviones privados . Para los empleados de VI Brigada Aérea eran fácilmente reconocibles: ninguno había dejado afuera del equipaje los palos de golf . Después del festejo, tenían reserva para descansar el fin de semana largo en la sierra.

“Juliana me pidió hacer algo muy chiquito”, dijo Macri. Estaban sus amigos del Cardenal Newman, el Gabinete porteño completo, los peronistas anti-K Francisco de Narváez y Ramón Puerta y, entre los famosos ajenos a la política, Valeria Mazza, Guillermo Cóppola, Martín Seefeld, y Jorge Rial.

Mirtha Legrand, aunque había reservado turno con una coiffeur, no vino. Tampoco Marcelo Tinelli, que tenía el cumpleaños de su hija ni Franco Macri , quien se habría excusado por la distancia, lo mismo que Alejandro Awada (hermano de la novia), que tenía una obra de teatro.

Anoche algunos esperaban desembarcos del estilo de ricos y famosos. Decían que Susana Giménez iba aterrizar en la pista propia de La Carlota, a metros de la carpa y en plena noche.

Así lo había hecho cerca de las 18.45 Horacio Rodríguez Larreta, el jefe de Gabinete, que llegó junto a Alejandro Macfarlane, el presidente de Edenor, que cuenta con nave propia. “El voto tandilense no me sirve”, bromeó Larreta. Se había quedado en Buenos Aires hasta último momento en un encuentro con jóvenes, en el Planetario. Su rival en la interna, Gabriela Michetti, vino en auto, con su novio Juan Tonelli. “El próximo casorio es el tuyo”, le dijeron varias veces. “Yo no soy tan rápida. Siete meses y se casó, Mauricio está loco”, dijo la ex vicejefa, lookeada con vestido negro, saco colorado con ribetes dorados. En su cartera escondía un presente: un rosario de piedras blancas traído de Milan, especialmente para la pareja.

CLARIN---
..

GRACIELA Y SU PERRO BACCAR EN SU DEPARTAMENTO DE LA AVENIDA ALVEAR, VIVE CON SUS DOS HIJOS, DOS GATOS Y AHORA, SU MADRE, QUE SE REPONE ALLÍ DE UNA ANEMIA SEVERA.
TV
Graciela Alfano: "No idealicemos lo que trae la belleza"
Entrevista. Detrás de todo sólo hay una mujer La jurado de “ShowMatch” habla de sus dolores, sus ganas de ser abuela, las ventajas y desventajas de ser hermosa, su relación con un ex presidente argentino y el perfil de hombre que busca hoy.

20.11.2010 | Por Adriana Schettini aschettini@clarin.com NOTAS RELACIONADAS
La villana favorita de ShowMatch
De gimnasia, cirugías y antiage
Identidad + MAS Podria interesarte
Graciela Alfano ShowMatch En la televisión, es la villana del jurado de “ Bailando por un sueño ”. En la Argentina, el curioso caso de la muchacha que se hizo sex symbol a los 18 y cuya belleza sigue inquietando a los hombres, 40 años después. Pero en su casa, Graciela Alfano es la madre de tres hijos grandes que desea que alguno le dé una nieta; la hija de una señora que dice ser “de edad avanzada pero muy joven”; la amiga que sigue viendo a sus compañeras de la primaria. Aquí, la persona, sin el disfraz del personaje.

Tu madre destacó en TV tu fortaleza para enfrentar las dificultades. ¿Tanta adversidad tuviste que enfrentar en la vida? Muchísima. Desde la infancia, con la muerte de mi padre, cuando yo tenía 12 años. Las mujeres que no tenemos papás nos vemos obligadas a sacar un poco el hombre interno, justamente porque no tenemos ese papá que habla por nosotras, pero que se puede construir para no vivir a la defensiva. Yo he vivido a la defensiva. He sido una persona absolutamente normal. Una persona normal es la que pasa por una depresión, una angustia, una ansiedad, miedo, altas y bajas en el humor. Y cuando uno no puede convivir con esas sensaciones, pide ayuda a los psicólogos y los psiquiatras. Yo he pasado grandes duelos, porque además de la muerte de mi padre, sufrí la de algunos amigos muy jóvenes que murieron de SIDA cuando los tratamientos no estaban avanzados como ahora. He pasado separaciones, mudanzas, la crianza de mis hijos que a veces fue en absoluta soledad… Y las adversidades naturales de un trabajo de una alta competitividad y una falta de amistad total, porque no se puede ser amigo de aquel con el que competís por el mismo sponsor. Hay una supervivencia que hace que puedas compartir situaciones, ideas e intereses, pero una amistad profunda no se tiene. Yo no tengo amigos en el medio.

Pero tenés una amiga, María Luz, desde primer grado del colegio...

Y no es la única. Tengo varias amigas de la primaria.
¿Cómo conservás esas amistades viviendo en un mundo tan distinto del de la gente común y corriente? Es que yo no vivo en ese mundo, yo trabajo en ese mundo. Cuando salgo a tomar un café con mis amigas, de pronto alguna dice “¿che, por qué nos miran?”, y otra le responde “porque ésta es famosa”. Después de 40 años, todavía les llama la atención la fama. El ejercicio de dejar el personaje cuando se apaga la cámara, me permite hablar con mis hijos sin que mi trabajo sea prioritario y sin que lo más importante sea lo que salió en las revistas. Lo que salió en las revistas no es nuestra vida. Cuando mis hijos han querido salir a apoyarme, siempre puse distancia.

No , les he dicho, ustedes me apoyan con su cariño y desarrollando su vida, que yo para esto me basto y me sobro . Tengo claro que soy su madre y debo apoyarlos a ellos.

Ahora, estoy deseando que alguno me dé una nieta. Quiero la nietita ya. Y no me importa nada que sepan mi edad. Siempre la digo. ¿Cómo no voy a decirla si salí Miss Siete Días a los 18 años, en 1971, y la gente lo sabe? Estoy contenta de la vida que he vivido, aún con las dificultades. Tengo mis hijos. Me arriesgué a tener las parejas que quise tener, me arriesgué a estar con un hombre mucho más joven que yo sabiendo que la relación iba a terminar en algún momento… La gente toma como fracaso lo que termina, pero no es así. El final no es más que el final de una experiencia que uno se animó a hacer. Si no la vida sería un acto fallido, y no lo es; el acto fallido es no animarse.

¿Es cierto que fuiste muy exigente en la educación de tus hijos? Sí, porque mi madre fue rigurosa conmigo. De hecho, fui abanderada, y tuve 10 de promedio en quinto año. Mi madre me exigía muchísimo porque ella fue maestra durante 28 años en un colegio muy humilde del barrio del Abasto.

Los años pasan y los hombres te siguen considerando un sex symbol...

Sí, eso me sigue sorprendiendo. Voy a terminar creyéndole a una astróloga que una vez dijo que por mi carta astral, si yo hubiera sido ingeniera habría sido la sex symbol de los albañiles. Pero en esta sociedad hay que ponerse firmes contra el mandato social de que sólo tenemos valor si somos jóvenes, como si no fuéramos más que un vientre para parir y una vagina para utilizar. Un hombre puede tener una compañera absolutamente bella, pero si es aburrida y demandante… La belleza engancha, pero no es todo.

Todos recordamos encuestas donde aparecés como la más linda de la Argentina. ¿Cómo vivís sabiendo que la mayoría de los hombres quisiera tener una relación con vos? También convivo con mis dudas. Lo que busco, como cualquier ser humano, es alguien que me ame. A esta altura, no entro en las relaciones de touch and go . Busco una persona que se anime a conocerme, que se abra para que yo lo conozca, y que construyamos una relación desde ahí. Pero tengo mis dudas. Cuando alguien se acerca y me dice te amo , pienso que está idealizando, ¿y qué va pasar cuando vea que no respondo a su idealización, que soy un ser humano? También está el que puede acercarse porque va haciendo crucecitas en los casilleros de las lindas y famosas, y yo no quiero entrar en ésa. Está el otro, el que te necesita porque necesita un grado de fama para que le vaya bien en la empresa o en la política, y espera que le des un empujoncito. Existe también el que busca “la socia”, y dice: “Che, ésta es linda, no está tan veterana…¿cuánta guita tendrá?”. Todas ésas son cosas que voy evaluando. Es cierto, se me pueden acercar más hombres de los que se le acercan a una muchacha que no es conocida, pero mirá lo que te trae la otra cara de la moneda... No idealicemos lo que trae la belleza, porque también trae lo negativo, y de eso hay que cuidarse, porque implica sufrimiento. Creo que hoy necesito un hombre inteligente. No quiero alguien que nunca fue al teatro, que no leyó nada, que no está al tanto de las noticias. No digo un Lanata, pero… al menos alguien entretenido.

Admitiste públicamente haber tenido una relación con un ex presidente argentino de la democracia. ¿Temiste enamorarte de él? Yo sabía que no me iba a enamorar.

¿Lo podés manejar con la cabeza? Siempre tiene que haber un grado de racionalidad. Pero yo sabía que no me iba a enamorar, porque para el político que llega a un cargo tan alto el poder es un amor demandante. Estas personas invierten en su tarea un tiempo de vida que se lo restan hasta a su familia. Mucho menos tienen tiempo para una relación de pareja, salvo casos como el de Perón con Evita, o Cristina con Néstor, donde ambos estaban en el ámbito del poder. Para mí la relación con un ex presidente, que no fue puramente física, fue una experiencia que me permitió entender tangencialmente el poder, el esfuerzo que cuesta construir poder. Es una vocación que puedo no compartir, pero entiendo que es absolutamente demandante y única.

¿Pensás dedicarte a la política? Sí pero desde otro lugar, desde alguna ONG. Lo que soy se lo debo a la gente, porque si no hubieran ido al teatro, encendido el televisor o comprado los artículos para los que yo hacía publicidades, no habría tenido una carrera. Creo que es el momento de devolverle algo a la sociedad. He vivido una vida, y es hora de que esta vida esté al servicio de algo.

¿Cómo vivís el tener que dar explicaciones de cosas tan diversas como la frivolidad de que hablabas con la tostada y las versiones que te vincularon a Massera? Sé que mi personaje se presta para hacer chistes, y lo de las tostadas lo tomé como tal. Pero en lo de Massera, dije no. Eso es un horror, no es un juego. Mi cuñado fue un desaparecido. Tengo sobrinos que son los hijos de ese desaparecido, y que están vivos. Entonces es mi obligación explicar que eso nunca pasó. Además, yo militaba intelectualmente en la facultad de ingeniería, donde todos estábamos politizados, y en algún punto, fuimos engañados.
CLARIN