Bolt, Phelps e Isinbayeva brillan en deportes en 2008

Bolt, Phelps e Isinbayeva brillan en deportes en 2008
(lunes 22 de diciembre, 2:05 PM)


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Por John Mehaffey

LONDRES (Reuters) - Usain Bolt en la pista, Michael Phelps en el agua y Yelena Isinbayeva en el aire llevaron tres disciplinas olímpicas elementales hacia una nueva dimensión en los Juegos de Pekín, el evento más importante del calendario deportivo del 2008.

Bolt, un lánguido y espigado jamaiquino, redefinió el adjetivo "calmo" al ser consultado por sus pasatiempos antes de los terceros Juegos Olímpicos que tuvieron lugar en Asia. "Hacer nada y estar relajado", señaló el atleta.

Una tardía decisión de sumar los 100 metros planos a su especialidad, la prueba de 200 metros, determinó el final de la vida tranquila.

Pero Bolt electrificó al público en las colmadas gradas del estadio Nido de Pájaro con el doblete 100-200 metros más espectacular de la historia de los Juegos modernos, que comenzaron a disputarse en 1896.

Tras conmover este año al deporte mundial cuando estableció un récord mundial de 9,72 segundos en apenas su quinta carrera como profesional sobre la distancia de 100 metros, Bolt bajó su marca a 9,69 en la final olímpica.

Increíblemente, se convirtió en el primer hombre que corre por debajo de los 9,7 segundos mirando hacia ambos lados al llegar a la meta y cruzando la línea con el cordón de su zapatilla izquierda desatado.

En los 200 metros, Bolt también se lució y detuvo los relojes en 19,30 segundos, para quebrar el récord mundial que había logrado Michael Johnson en 1996 y que, según algunos estadísticos, iba a durar al menos 25 años.

Johnson, comentando para la cadena británica BBC, sólo pudo menear su cabeza en clara señal de sorpresa. "Simplemente increíble", dijo. "Este muchacho es Superman II", agregó.

Phelps también se ganó el apodo de "Superhombre".

El nadador estadounidense obtuvo ocho medallas doradas en 17 competencias en un lapso de nueve días, la mayor cosecha lograda en una edición de los Juegos Olímpicos en la historia, y estableció siete plusmarcas mundiales.

Phelps igualó el récord olímpico de siete medallas doradas de su compatriota Mark Spitz al vencer por apenas una centésima de segundo al serbio nacido en California Milorad Cavic en los 100 metros estilo mariposa.

DE OTRO PLANETA

Phelps disputó el tramo de mariposa en los 4x100 metros combinados y la posta masculina de Estados Unidos se alzó con la victoria, bajando en 1,34 segundos el récord mundial que había conseguido en los Juegos de Atenas.

De esta manera, el equipo estadounidense de relevos de hombres completó una actuación perfecta en Pekín, al ganar las tres competencias en las que intervino.

"El es de otro planeta", dijo el nadador de estilo libre británico Simon Burnett. "Es del futuro", añadió.

Como se esperaba, Isinbayeva estableció el récord mundial femenino en salto con pértiga por segunda vez consecutiva en unos Juegos Olímpicos.

Agilidad, plasticidad, atletismo y maestría se fusionaron para que la rusa superara los 5,05 metros y obtuviera su plusmarca mundial número 24, lo que demuestra con creces su dominio de esta disciplina.

El ejemplo más sorprendente de voluntad inquebrantable en un año repleto de maravillosos logros individuales tuvo como protagonista a Tiger Woods en el Abierto de Estados Unidos de golf.

El estadounidense disputó el segundo torneo "major" de la temporada con un dolor tremendo en la rodilla izquierda producto de una lesión.

En estas condiciones, Woods se las ingenió para llegar a un desempate con el también local Rocco Mediate, a quien venció en el primer hoyo a muerte súbita.

De esta manera, el número uno del mundo se alzó con su decimocuarto título mayor, antes de someterse a una cirugía reconstructiva en la rodilla en junio, lo que dio por terminada prematuramente su temporada.

España disfrutó de un 2008 dorado, durante el cual ganó su primer trofeo importante de fútbol en 44 años, cuando el delantero Fernando Torres anotó el único gol de una victoria por 1-0 sobre Alemania en la final de la Eurocopa en Viena.

Carlos Sastre se adjudicó el Tour de Francia, mientras su compatriota Alberto Contador finalizó primero en el Giro de Italia y luego en la Vuelta a España, lo que permitió a los españoles quedarse con el triunfo en las tres principales competencias por etapas de ciclismo del mundo en esta temporada.

El año concluyó con un éxito de España en la Copa Davis de tenis frente a Argentina como visitante, pese a la ausencia de un lesionado Rafael Nadal.

NADAL DOMINANTE

Antes de la lesión, Nadal tuvo un año para inolvidable.

Las señales de que el implacable zurdo estaba desarrollando un juego capaz de prevalecer en cualquier superficie se vieron cuando alcanzó por primera vez las semifinales del Abierto de Australia.

En el Abierto de Francia, Nadal arrasó en la final con Roger Federer, a quien venció con una facilidad casi embarazosa, al ceder apenas cuatro juegos ante el suizo en el polvo de ladrillo de Roland Garros.

Más tarde, protagonizó junto a Federer la más extensa y dramática final de Wimbledon de la historia, venciendo al por entonces número uno del mundo cuando la tarde caída en el sur de Londres.

El elegante Federer, quien sufrió un desorden glandular que lo debilitó a comienzos de año, llevó su juego a nuevas alturas en busca de superar a Bjorn Borg y obtener su sexto título consecutivo en Wimbledon.

Sin embargo, no pudo con la fortaleza de Nadal, quien luego ascendió al primer puesto del ranking mundial y fue por más, al ganar la medalla dorada en los Juegos Olímpicos de Pekín.

En Wimbledon también se observó una entretenida final entre las Williams, con Venus prevaleciendo sobre su hermana menor Serena para ganar un quinto título sobre su superficie predilecta, el césped.

El 2 de noviembre, dos días antes de que Barack Obama sea elegido como el primer presidente estadounidense de raza negra, Lewis Hamilton avanzó de un sexto a un quinto puesto en la última vuelta de la última carrera del 2008 en Sao Paulo, para convertirse en el campeón mundial más joven de la historia de la Fórmula Uno, con 23 años.

El británico Hamilton (McLaren) es, además, el primer monarca de raza negra que tiene la F1.

Su éxito en un glamoroso deporte frecuentado por el "jetset" es comparable con aquellos tiempos en los que Woods irrumpió en el selecto mundo del golf, superando barreras y ganándose un espacio propio a fuerza de talento, pericia y sobre todo victorias.

(Editado en español por Javier Leira)