SPAGHETTI

Retrato de un genio
“Spaghetti” Una obra que revela contradicciones y luminarias de Leonardo Da Vinci. El texto de la pieza fue premiado.

18.06.2011 | Por Sandra Commisso scommisso@clarin.com Si se pudiera, quién no querría dilucidar, aunque sea, mínimamente, la mente de un genio como Leonardo Da Vinci? La persona que lo abarcó casi todo (desde el arte hasta la anatomía humana, pasando por las máquinas extrañas que imaginó antes que ningún otro hombre) también fue una amante de la gastronomía y un hábil cocinero. Y esa faceta, menos conocida del mito es la que explora Spaghetti , la obra escrita por Mariano Cossa y Gabriel Pasquini, que se presenta en el Teatro del Pueblo, dirigida por Rubens W. Correa.

Un hombre con todas sus contradicciones a flor de piel, con su costado más vulnerable a la vista de todos, es el que aparece en escena, encarnado de manera extraordinaria por Héctor Bidonde. Su Leonardo se aleja del estereotipo y se vuelve muy humano, accesible para el público que, casi 500 años después, descubre en su dimensión cotidiana a una de las mentes más extraordinarias de la Historia.

Spaghetti ubica la acción en los últimos años de vida del genio que pasa sus días en su taller- cocina junto a su cocinera (Alejandra Balado, que a la vez, oficia de relatora) y a su discípulo Francesco Melzi (Mariano Gladic), un aprendiz del arte y de la vida que comparte algo más con su tutor. A ellos se suma la figura de Francisco I de Francia (interpretado por Federico Barroso Lelouche) un soberano que juega con su poder en el rol de anfitrión de Leonardo (por entonces, huésped de su Corte). Su máscara, por momentos, paródica, contrasta con la grandeza inabarcable de Da Vinci. Lo mismo que la figura de Melzi, discípulo ávido y obsesionado por captar la esencia que hace de su maestro, un genio.

“La obra trae a escena el Renacimiento, momento de creación, de cambio de las concepciones que estructuran las relaciones sociales y personales. Epoca en la que el hombre empieza a sentir que todo lo quiere y lo puede”, dice el director. “Y en esta nueva libertad se vuelve necesario investigar y redefinir todos los límites: lo de lo humano y lo divino; de la curiosidad y el método científico”.

La escenografía y el vestuario de René Diviú colaboran para completar el clima necesario que permite asistir a un Leonardo al alcance de la mano.

Sus inventos y sus recetas se revelan al público de manera casi natural, casi didáctica, ubicando al espectador en tiempo y espacio a la par que se va desnudando el alma de un ser tan particular. Pero también, desde la platea, uno va asistiendo a las pasiones y temores de un hombre que, a pesar de ser fuera de lo común, tan lejos de cualquier molde, sentía como (casi) cualquier otro mortal a lo largo de la Historia.




El dato

“Spaghetti” se presenta los sábados a las 22.30, y los domingos a las 17. 30 en el Teatro del Pueblo (Avenida Roque Sáenz Peña 943). Localidades: $ 50. (Estudiantes y jubilados: $ 25).
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