De: Rubens Stagno
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La Defensa de Paysandú
He leído con sumo interés su relato de las jornadas heroicas del sitio de Paysandú de 1864 y el trágico final de sus defensores.
Como expresa Ud. muy claramente, el sitio unió a patriotas, sin distinción de nacionalidades como era corriente en ese tiempo que entrerrianos y orientales lucharan por la misma causa.
Las tropas con las que contaba el Coronel Leandro Gómez eran 800 hombres, de los cuales doscientos eran entrerrianos; como que entrerriano de Concepción del Uruguay, nacido en 1806 era el Coronel Lucas Piriz, Segundo Jefe de la plaza.
Luego de la heroica resistencia de esos 800 hombres que defendían la plaza que para cuando lanzaron su ataque final los brasileros, el 1º de enero de 1865 por el río y por tierra, quedaban solo 600 defensores dispuestos a morir entre las ruinas de Paysandú antes de rendirse contra 20.000 invasores.
Ese día muere Lucas Piriz que el día anterior, a las 5 de la tarde había recibido un disparo en el abdomen en las trincheras.
Los restos de Lucas Piriz descansaban en el Cementerio Central de Salto o por lo menos allí estaba en 2005.
Rafael Hernández, Enrique de las Carreras y muchos otros fueron también voluntarios en esta noble causa que finalmente lograron sobrevivir.
Waldino Urquiza no participó de estas jornadas, pero había sido enviado por su padre el General J. J. de Urquiza con una división auxiliar con el objeto de apoyar al gobierno blanco de J. F. Giró contra los sediciosos floristas quienes finalmente lo depusieron en septiembre de 1863.
No es extraño entonces que los orientales, a su vez, participaran de las luchas políticas argentinas, como Manuel Oribe, Eugenio Garzón, Juan Antonio Lavalleja o Wenceslao Paunero, Ambrosio Sandes, José M Arredondo, Federico Aberasturi y muchos más.
Su nota es muy buena, y verdaderamente hacía falta recordar esa página de nuestra historia común y para quienes no la conocían, despertar el interés por las cosas que nos unieron en objetivos que sin duda compartimos.
Nuevamente amigo Stagno, lo felicito por su relato
Darío Garayalde
CONCORDIA
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