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domingo, 26 de septiembre de 2010

10 platos clásicos de BAires ( y los sitios donde comerlos)

10 platos clásicos de BAires ( y los sitios donde comerlos)



La cocina gourmet está de moda, pero la mayoría sigue prefiriendo lo tradicional. Aquí, un listado de la web Planeta Joy con los sitios más representativos de la gastronomía tradicional porteña.

Por Ignacio Rivera y Álvaro Singer / La Nación de Buenos Aires. Ilustraciones: Alfredo Cáceres.
1 Club del Progreso

El plato del coronel

Para muchos, el revuelto Gramajo es una de las pocas recetas realmente inventadas en la Argentina. La leyenda asegura que, hacia 1880, el coronel Artemio Gramajo era socio y habitué del Club del Progreso. Para comer, este coronel tenía su plato propio: un revuelto de huevo, arvejas y jamón, que pronto pasó a llamarse revuelto Gramajo en su honor. Hoy, el mejor lugar para pedir esta receta es en el mismísimo Club del Progreso, gran restaurante de la ciudad de Buenos Aires que se especializa justamente en una cocina porteña de alta calidad. Una delicia. (Sarmiento 1334, Centro; tels. 54-11/4372 3350 y 4372 3380).

2 Gambrinus

La herencia estadounidense

La suprema Maryland, esa mezcla portentosa de frituras, con su maravillosa y dulzona banana, las papas pai, el choclo en salsa blanca, el jamón, es original de Maryland, Estados Unidos. Pero la cocina porteña la ha adoptado como propia, agregando detalles particulares. ¿Dónde comer la mejor? En Gambrinus, ese bodegón que alguna vez se especializó en cocina alemana, pero que hoy está totalmente compenetrado con la más pura porteñidad (Av. Federico Lacroze 3779, Chacarita; tel. 54-11/4553 2139).

3 Adann

La alternativa rusa

Originalmente se cuenta que la ensalada rusa poseía muchos más ingredientes, incluyendo carne de venado o frutos del mar. Pero, en nuestra versión, se inscribe en la genealogía de las ensaladas de papa y es un plato típico para acompañar casi cualquier cosa, además de ser infaltable en la mesa navideña. Para pedirla sin morir en el intento, pueden acercarse a Adann, clásico de Belgrano, donde las familias más tradicionales del barrio comen sus costillitas de cerdo a la riojana y demás recetas "livianas" (José Hernández 2345, Belgrano; tels. 54-11/4783 6459 y 4786 5955).

4 El 22

El invencible flan de dulce

Es así: en los restaurantes fashion, el consabido flan dejó su lugar a versiones más cremosas de crème brûlée. Hay crème brûlée de dulce de leche, de coco, de cardamomo, de jengibre, de chocolate, de lo que sea. ¿Pero un buen flan, bien casero, con una buena cuota de dulce de leche de calidad y crema batida a punto? No, eso está demodé. Engorda mucho, es anticuado, no le gusta a nadie. Puras excusas. Para entender la pasión que un flan hecho y derecho causa en una mesa, prueben la parrillita El 22 (la de Villa Crespo; las otras no le llegan ni a los talones). Aquí, el flan es de tamaño y peso extra large, con una grosera cantidad de dulce de leche repostero, buena y generosa crema. Un flan de vainilla, sin riesgos ni toques de autor. Como debe ser (Jufre 1085, esquina Godoy Cruz; tel. 54-11/4775 8608).

5 Pucará

Espíritu marplatense

La idea parece poco atractiva: comer el pescado entero, con todo. Pero si el pescado es muy chiquito, se lo espolvorea con harina y se lo fríe en un buen aceite, el resultado es este plato típico local, con aires marplatenses, pero también muy consumido en los bodegones de Buenos Aires. Los cornalitos son la opción marítima por definición para los más chicos. Por un lado, carece de espinas (en realidad, están allí, pero son minúsculas e inofensivas). Por el otro, es muy barato, costando muchísimo menos que la carne y con cero desperdicio. Posiblemente no los tengan en su lista de platos a pedir, pero prueben los de Pucará (restaurante gallego clásico de Caballito) y arriésguense: su boca se inundará de ese gustito a mar único y propio. Es una suerte de ostra plebeya y popular (Senillosa 493, Caballito; tel. 54-11/4902 4975).

6 El Palacio de la Papa Frita

El regreso de una vieja opción

Hubo una época en la que las papas soufflé eran una alternativa más entre las fritas argentinas: uno podía elegir entre bastón, pai, rejilla y soufflé, y había aún más opciones. Para encontrar hoy una papa soufflé de buen diámetro, inflada y crocante (efecto que se logra gracias a una doble cocción, primero en aceite a fuego moderado, y luego en aceite bien caliente), será necesario ir al hogar mismo de estas papas: El Palacio de la Papa Frita. Muchos se quejan de que es caro para lo que ofrece y tienen algo de razón. Otros aseguran que le fallan mucho al punto de cocción de la carne, y eso también es posible. Pero al menos en nuestra visita, las papas soufflé salieron tal y como deben salir. Ricas, lindas, viciosas (www.elpalacio-papafrita.com.ar).

7 Pippo

Una vez en la vida

Si hablamos de fideos (así de simple), tenemos que hablar de Pippo, el restaurante céntrico que inmortalizó desde su logo los vermicelli tuco y pesto: bien gruesos, contundentes y abundantes y con una salsa que equilibra a dos clásicos de las pastas argentinas. Más allá de sus sucursales y de la perdida del encanto que tuvo en sus viejos tiempos, pasar por Pippo a comer unos vermicelli es algo que todos debieran hacer al menos una vez en su vida (Montevideo 341, Centro; tel. 54-11/4374 0762).

8 Almacén y Bar

Auténtico ambiente de bodegón

Esto no es un happy hour La picada es toda una institución de las costumbres porteñas. Más allá de la buena selección de fiambres, quesos, encurtidos y un buen vermouth para acompañar, la picada es un momento del día. Ese momento que en alguna época fue la bisagra entre la salida del trabajo y el regreso a casa. Los tiempos modernos hoy suprimen ese instante mágico de la semana y, en el mejor los casos, lo reemplazan por un happy hour en un irish pub. Pero el que quiere comer una picada como Dios manda, antes de que caiga el sol en la ciudad, en un ambiente de bodegón y con productos de primera calidad, tiene dónde ir: Almacén y Bar. Ahí, entre viejas botellas y mostradores con heladeras, se sirven las mejores tablas de fiambres de Buenos Aires (Cochabamba 1701, esquina Solís, Constitución; tel. 54-11/4304 4841).

9 El Globo

Asunto familiar

El puchero es una de esas comidas que remiten a reuniones familiares (más precisamente, a reuniones familiares en invierno), y no tanto a un plato que se pida en un restaurante. En principio, no tiene demasiados secretos: un simple cocido de carnes y verduras, pero en la selección de la carne y en el punto de cocción de todos los ingredientes está la diferencia entre un buen puchero y uno cualquiera. Si quiere probar uno de los buenos, el lugar es casi obvio: El Globo, el centenario restaurante céntrico, donde lo preparan en cuatro versiones: cerdo, vaca, pollo o mixto (Hipólito Yrigoyen 1199, Centro; tel. 54-11/4381 3926).

10 La Flota

La verdad de la milanesa

Este plato es un auténtico comodín. Una receta que está presente en el 99 por ciento de los menús de los restaurantes de Buenos Aires y que difícilmente sale mal. Pero claro: están las milanesas promedio y las superiores. Y en esta última categoría, la cosa está mucho más peleada. ¿La mejor milanesa de Buenos Aires? Difícil elección, pero una jugada segura es la de La Flota, un clásico del microcentro, donde sale bien tiernita y para compartir (Leandro N. Alem 432, Microcentro; tel. 54-11/4311 4411).



Por Ignacio Rivera y Álvaro Singer / La Nación de Buenos Aires. Ilustraciones: Alfredo Cáceres..



FUENTE- El Mercurio S.A.P.

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