CHARRUA( uruguaya ,oriental o yorugua)------------------la primer CHARRUA( uruguaya ,oriental o yorugua) que fue jurado del Metropolitano de Tango y del Jurado Mundial ,por merito propio,ahora seleccionada como "maestra reconocida mundialmente",dara un Seminario de Alta Intensidad en el Mundial.No solo es futbol mundial el Uruguay."Tanguera Ilustre de Buenos Aires" "Condor de Oro de San Luis,Argentina....Quien es? L.L. pasion,voluntad y tecnica.Tecnica,voluntad y pasion.Abriendo caminos para Uruguay,embajadora cultural de este Paisito que es un gran Pais con mayuscula. -- Ver .The one,

martes, 16 de septiembre de 2008

CÉSAR CHARLONE

CÉSAR CHARLONE
Estímulo para el cine uruguayo
El fotógrafo se radicó en Brasil a comienzos de los años setenta y también ejerció la docencia en Cuba


FABIAN MURO

Es el primer compatriota que figura como candidato al máximo galardón del cine estadounidense, el Oscar. Como director de fotografía del film brasileño Ciudad de Dios, César Charlone competirá por la preciada estatuilla dorada el próximo 29 de febrero contra los "cinematographers" de las películas Cold Mountain, Capitán de mar y guerra, Alma de héroes y Girl with a pearl earring.

Desde sus vacaciones en un balneario brasileño, Charlone habló con El País acerca de su postulación y un futuro proyecto en Kenya: "No me lo esperaba en absoluto y me sorprendió mucho. Tenía entendido que la película tuvo cierta repercusión en círculos reducidos en Hollywood, pero no como para que fuera considerada como postulante al Oscar. Sobre todo porque el trabajo que hice para la película no se ajusta estrictamente a los patrones de la industria cinematográfica estadounidense", explica por teléfono.

Charlone comenzó su carrera como fotógrafo cinematográfico en la década de los años setenta: "Me fui de Uruguay en 1970 y vine a Brasil a estudiar cine. Ese año, mis padres se fueron en una misión diplomática a Chile y me dieron a elegir entre acompañarlos o hacer otra cosa. Elegí viajar a San Pablo para estudiar cine durante cuatro años, con la intención de regresar a Uruguay una vez que terminara mis estudios. Pero cuando terminé, Uruguay no era el mejor país para vivir. Eran tiempos de dictadura militar, mucha gente se había exiliado o estaba en prisión". Debido a la tensa situación vivida en Uruguay, Charlone se afianzó en Brasil, construyendo una trayectoria profesional que siempre alternó entre el cine y la publicidad.

Aunque luego de esa decisión Charlone regresó durante algunos años a Uruguay y también vivió algunos otros en Cuba, donde fue docente de la Escuela de Cine y TV de San Antonio, una parte importante de sus afectos y logros pertenecen a Brasil. "Me siento en parte brasileño, sobre todo en lo profesional. Yo milito en el ambiente cinematográfico de acá y me siento comprometido con él", afirma.

De todas formas, Charlone sigue ligado afectivamente a su país natal: "Cuando me llegó la noticia de que estaba postulado para el Oscar, me pasaron muchas cosas por la cabeza y muchas de ellas tenían que ver con Uruguay, con mi viejo, que falleció hace ya un tiempo. Me gustaría pensar que es una alegría para Uruguay tener un aspirante al Oscar y que eso llame la atención sobre el ambiente audiovisual uruguayo, que sirva de estímulo y que se conozca más acerca del cine nacional, que sigue adelante a pesar del casi nulo apoyo a la cultura por parte de las autoridades".

El fotógrafo está al tanto de lo que ocurre en Uruguay en materia cinematográfica y siempre se hace un tiempo para ver los largometrajes realizados por colegas compatriotas: "He visto todo lo que se ha hecho en materia de cine en Uruguay en los últimos años y siempre sigo con interés los proyectos que se llevan a cabo. De los últimos títulos me encantó 25 Watts y también me gustó El Viaje hacia el mar, por nombrar solo dos de los más recientes. Me parece también admirable la trayectoria de Walter Tournier".

DESAFIOS. El rodaje de la película dirigida por Fernando Meirelles planteó varios desafíos para Charlone, aunque desde otros puntos de vista que los estrictamente técnicos. "Las dificultades de Ciudad de Dios tuvieron más que ver con la realización en sí que con cuestiones como la luz perfecta o tal o cual filtro para una toma. Cada película plantea un desafío importante, pero hablando de lo que directamente tiene que ver con mi oficio, creo que otras películas que realicé, como El hombre de la capa negra (1986, Sergio Rezende) o Feliz año viejo (1987, Roberto Gervitz), plantearon dificultades mayores, especialmente la segunda, donde el director y yo nos propusimos un método de trabajo bastante extremo y delirante, con un criterio cromático muy riguroso".

Charlone explica que en los meses previos al rodaje de Ciudad de Dios, él y Meirelles tuvieron que tomar en cuenta que iban a trabajar con actores no profesionales: "Decidimos tratar la película de una forma totalmente documental para no interferir con los actores, que no eran profesionales. No podíamos imponerle mucho ni darle indicaciones muy detalladas, porque carecían de experiencia. Muchas veces, sentía cómo los actores estaban ‘calientes’ y listos para entregar su performance. En ese momento, no podía pararlos para explicarle acerca del foco o la luz perfecta o si una gelatina de correción se corrió del lente de la cámara. Eso hizo que me planteara un esquema de trabajo diferente que en otras ocasiones". Lo que Charlone destaca de Ciudad de Dios fue el contacto entre ficción y realidad en medio del rodaje: "Fue una de las películas más emocionantes que me tocó filmar por la realidad que viví durante el rodaje. Recuerdo, y siempre lo cuento, que cuando me pasaban a buscar por el hotel para ir a las distintas locaciones viajaba en uno de los autos con algunos de los actores, porque el hotel donde me quedaba mientras estaba en Rio quedaba cerca de una de las favelas. Y los diálogos que escuchaba en el viaje eran una suerte de continuación de la película que estaba filmando en ese momento. Escuchaba cosas como ‘Hoy me demoré mucho en salir de casa porque había terrible tiroteo y tuve que escaparme por atrás’ de parte de los chicos que actuaban en el film".

AMISTAD. La relación de Charlone con la película prosiguió luego de que Ciudad de Dios se estrenara y obtuviera elogios unánimes en casi todos los países en los que fue exhibida. "La película dio lugar a una serie de televisión que se llamó Ciudad de hombres, para la cual dirigí varios episodios y escribí los guiones". La serie fue producida por la empresa O2, fundada por Meirelles y de la cual Charlone forma parte. "Con Fernando tengo una relación muy estrecha, cimentada en los muchos comerciales que hicimos juntos. Cuando él daba sus primeros pasos en el ambiente publicitario de San Pablo, yo ya tenía cierta trayectoria y me llamó para realizar proyectos en conjunto. Luego me fui a Cuba y después regresé a Uruguay, con la intención de quedarme".

Una vez instalado en Montevideo, Charlone recibió una llamada de Meirelles para volver al ruedo de los rodajes publicitarios. El uruguayo aceptó, pero permaneció en Montevideo un tiempo más, haciendo puente aéreo entre la capital uruguaya y San Pablo, hasta 1996. Ese año decide volver a radicarse en Brasil e integrarse a O2: "Veía que ese mercado estaba creciendo. Tuve la intención de quedarme a trabajar en Uruguay, pero no lo hice por varias razones. Una era que no pasaba mucho desde el punto de vista producción de ficción, otra es que conocí a gente de organismos oficiales con un discurso muy impregnado por el neoliberalismo, contrario a cualquier tipo de ayuda por parte del Estado a la cultura, algo que no me alentó".

El tema del apoyo por parte de las autoridades al cine preocupa a Charlone. El fotógrafo considera que un país como Uruguay sería un excelente prestador de servicios para rodajes de películas importantes. "Vengo de un rodaje de una película estadounidense en México que se hizo ahí por razones presupuestales. Me parece que en Uruguay se podrían ubicar producciones relevantes, hay locaciones y mano de obra especializada muy capaz".

Charlone dice que le encantaría volver a trabajar en Uruguay, pero que difícilmente abandone Brasil: "No quiero seguir viendo a mi familia por ratitos, como muchos de mis colegas. Cuando termine mis vacaciones voy a hacer una nueva película con Fernando, pero ese fue un proyecto que tuve que negociar con mi familia, porque implica varios meses de rodaje en Kenya. Incluso tuve que decirle que no a Spike Lee, con el que hice un telefilm el año pasado. El me ofreció ser el director de fotografía de su nueva película, pero tenía que instalarme en Estados Unidos, cosa que no estaba dispuesto a hacer". El nuevo largometraje de Meirelles y Charlone está basado en un libro de John Le Carré (El jardinero fiel) y se comenzará a filmar en el mes de mayo, con Ralph Fiennes como uno de los protagonistas.

De Figari a Rodrigo Prieto

La fotografía y el arte fueron parte de la vida de César Charlone desde joven. "Fue durante una jornada de cine organizada por el semanario Marcha que conocí a un documentalista cubano, Santiago Alvarez, que me impactó profundamente. Cuando vi su trabajo, me dije: ‘esto es lo que quiero hacer con mi vida’. Además, sigue vigente. Si ves hoy en día algunos de sus trabajos, se mete a todos los directores de videoclips en el bolsillo. Tal era el sentido del montaje que tenía".

Entre otras influencias, Charlone reconoce a los pintores uruguayos Pedro Figari y José Gurvich, cuya obra, según dice, conoció hace poco. "Una vez que comencé en el cine, gente como Vittorio Storaro (Apocalypse now) y Roger Deakins (El hombre que nunca estuvo) fueron fuente de inspiración. Pero con el fotógrafo con el que siento más afinidad en el presente es el mexicano Rodrigo Prieto (Amores perros, 21 gramos). Sin duda creo que hay un diálogo entre nosotros y su trabajo me parece maravilloso. No sé si le copiamos algo, pero sí creo que Amores perros abrió una pequeña puerta para Ciudad de Dios, gracias que ambos compartimos un enfoque más realista y sin tanto maquillaje, una fotografía más enérgica y cruda. Aún no vi 21 gramos, pero cuando terminen mis vacaciones, esa película figura entre mis ‘deberes’", concluye el profesional compatriota. EL PAIS

1 comentario:

Unknown dijo...

Acabo de ver "El Jardinero Fiel" y me impacto la calidad de sus imagenes al igual que "La cuidad de Dios",me declaró fiel admiradora de Cesar Charlone por la intensidad de los colores y por apoyar este tipo de cine, el cual muestra realidades sociales que tendemos a ignorar por falta de informacion.
Soy estudiante de Fotografia y la verdad el ha sido un gran apoyo a mi descubrimiento de las imagenes que ayuden a otros a conocer otras realidades,