Schrott suma otro éxito internacional

Schrott suma otro éxito internacional
Londres. El uruguayo revisita ópera de Mozart


ALEXANDER LALUZ

Dos maestros, David McVicar en la dirección escénica y Sir Colin Davis en el podio orquestal, para una esperada reposición mozartiana: "Las bodas de Fígaro". Y una notable voz uruguaya para el papel principal: el barítono Erwin Schrott.

Con esta combinación artística, este clásico del subgénero bufo de la ópera vuelve a partir de mañana al Royal Opera House (con funciones hasta el 3 de julio), con algunos replanteos sobre la producción original estrenada en 2006, pero en el Covent Garden.

Inevitablemente, toda la atención del mundo operístico, incluyendo a los seguidores del género de nuestro país, se ha concentrado en la capital inglesa. Las trayectorias de McVicar y Davis son credenciales de calidad, aún en planteos escénico-musicales discutibles (los brillos nunca fueron garantías de infalibilidad). Y la presencia de Schrott -el único cantante que permanece de la producción de 2006- también ya pesa a nivel internacional como un sello de técnica, solvencia y compromiso interpretativo.

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Además, los nombres que ahora completan el reparto le aportan al título nuevos y atractivos ingredientes. Son la soprano Eri Nakamura en el rol de Susanna, los barítonos Jacques Imbrailo y Mariusz Kwicien alternando como el Conde Almaviva, y las sopranos Annete Dasch y Soile Isokoski como la Condesa de Almaviva.

De acuerdo a las noticias recogidas por medios londinenses, el barítono uruguayo ha compuesto un Fígaro que bucea en su interior, en la densidad de su personalidad, en lugar de la habitual explotación de sus facetas exteriores más llamativas. Cualidad (o suma de cualidades) que, sabido es, tiene un claro anclaje en el estilo mozartiano que por momentos luce juguetón, casi infantil, aunque en su lírica, por debajo de esa fascinación exterior, puede alcanzar territorios muy profundos, filosamente dramáticos. Por ahí, entonces, va esta exploración de Schortt, siguiendo la manifiesta intención de replantear la puesta por parte de McVicar.

El proceso, señaló el cantante, le ha llevado varios años, donde las óperas y personajes de Mozart han sido piezas fundamentales. Pero también, reconoce, ha sido decisiva su voluntad de trabajar con mesura, inteligencia, valorizando por sobre la acumulación de proyectos, la complejidad de una performance y el equilibirio entre el plano actoral y el musical.

Planes futuros con Offenbach, Verdi y también con el tango
Erwin Schrott ha señalado en más de una oportunidad que prefiere atender su voz a la acumulación codiciosa de proyectos. Y el repaso de su carrera revela la puesta en práctica de esa convicción. Aún así, sus proyectos a futuro están signados por grandes exigencias. Para los próximos años, su agenda tiene reservadas varias puestas en escena. Entre ellas, Los cuentos de Hoffmann de Offenbach, con la Scala de Milán, el Attila de Verdi para el Metropolitan de Nueva York y, para un escenario en Montecarlo, el Mefistófeles de Arrigo Boito. En materia discográfica, y tras firmar un contrato exclusivo con Sony, tiene previsto sumar cinco títulos a su catálogo. Cuatro de ellos dedicados íntegramente al género operístico, y uno, como sorpresa, con tangos tradicionales en nuevos arreglos de Pablo Ziegler.


El País Digital