CHARRUA( uruguaya ,oriental o yorugua)------------------la primer CHARRUA( uruguaya ,oriental o yorugua) que fue jurado del Metropolitano de Tango y del Jurado Mundial ,por merito propio,ahora seleccionada como "maestra reconocida mundialmente",dara un Seminario de Alta Intensidad en el Mundial.No solo es futbol mundial el Uruguay."Tanguera Ilustre de Buenos Aires" "Condor de Oro de San Luis,Argentina....Quien es? L.L. pasion,voluntad y tecnica.Tecnica,voluntad y pasion.Abriendo caminos para Uruguay,embajadora cultural de este Paisito que es un gran Pais con mayuscula. -- Ver .The one,

lunes, 1 de junio de 2009

de Carlos Maggi a Sanguinetti en la editorial de “El País” del domingo 10 de mayo de 2009.

de Carlos Maggi a Sanguinetti en la editorial de “El País” del domingo 10 de mayo de 2009.
por Carlos E. de Mello

En una nota anterior en este mismo medio,
habíamos expresado que no valía la pena
contestarle al Dr. Julio María Sanguinetti,
un artículo recurrente (por no decir agraviante)
que a cada tanto le gusta agitar respecto de los charrúas.


Sin embargo citamos a varios autores (1) cuyas obras de un rigor científico y de una dimensión ética incuestionables, contestaban por si sólos aquél editorial. Entre esos autores, citamos a uno de los más ilustres intelectuales que se honra tener el Uruguay, como lo es el Dr. Carlos Maggi, editorialista del mismo medio en el cual el ex Presidente publicara sus opiniones. Pues allí mismo se originó su réplica.

Esta respuesta muy documentada es la única que –íntimamente- yo esperaba, por provenir de un hombre de su propio partido. Nos remitimos a dicho editorial, y recomendamos su lectura. Cumplimos con hacer un breve extracto del mismo. Su título es “Documentos para Sanguinetti” y su introducción dice: “Los charrúas merecen ser dignificados por nuestra Historia” Y con una rigurosidad de abogado concluye: “Las opiniones basadas en otras opiniones no hacen prueba”.

A continuación transcribe parte del artículo del actual Senador que dice lo siguiente. Presten atención: “Que glorifiquemos (a los charrúas) es algo peor que un clamoroso error histórico. Es una definición reaccionaria de un trasnochado nacionalismo romántico. Ubica al país en la mirada más primitiva de su pasado, atándolo a la violencia y al rencor… y no a los magníficos esfuerzos de tantos patriotas.” (El País 19/04/09).

Luego prosigue Carlos Maggi: “Qué dicen los papeles de la época, las pruebas fehacientes? (Por razones de espacio, elijo unos pocos documentos, entre los 300 que fundamentan mi tesis sobre Artigas y el Caciquillo) 14/11/811. Artigas a Elías Galván: “Los indios infieles abandonando sus tolderías inundan la campaña presentándonos sus bravos esfuerzos para cooperar a la consolidación de nuestro gran sistema. A partir de ese momento –dice Maggi- los charrúas acompañarán la caravana del Éxodo, serán su guardia; y en diciembre cuando se cruce el río Uruguay, las tribus de Arerunguá acamparán junto a los orientales en el Ayuí”.

Sin fecha. Artigas al Caciquillo.- “Cuando tengo el gusto de hablar con el noble cacique don Manuel Artigas, lo hago con toda la satisfacción que me inspiran sus dignos pensamientos. Yo estoy seguro de estar siempre con vos, así como vos debés siempre contar conmigo. Nada habrá capáz de dividir nuestra unión, y cuando los enemigos se presenten al ataque, nos verá el mundo ostentar nuestra amistad y la confianza que mantenemos. Yo estoy convencido de tus buenos sentimientos; por ellos y por las demás condiciones que te adornan, será siempre un amigo tuyo y de los que te siguen, tu padre Artigas. (negritas nuestras) El Caciquillo, que no sabe leer, lleva esta carta en una bolsita de cuero colgada al cuello y la presenta como pasaporte.“... Queda por probar el período de las derrotas frente a la segunda invasión portuguesa (1816-1820) cuando Artigas le confió a los charrúas (y no a los orientales) que cuidaran su seguridad personal; un hecho muy conocido, pero inexplicable para los historiadores convencionales. “

El Dr. Maggi transcribe entonces una decena de documentos, que eligió entre los 300 sirven de tesis a su libro, y que prueban que nuestro prócer estaba totalmente consustanciado con la Nación Charrúa. Y que tanto nuestro pasado histórico, como nuestro presente socio-político y cultural -y especialmente nuestro futuro- no se explican sin la revolución artiguista y sin los charrúas, partícipes de una de las más grandes y vigentes revoluciones del continente americano. No sólo por su vocación americana, independentista y federalista, sino también por sus dimensiones humanísticas y su respeto a la multiculturalidad racial y religiosa de los pobladores de la Banda Oriental y de todo el Protectorado. (Misiones, Corrientes, Entrerríos, Santa Fé y Córdoba) Los hechos están documentados. No son meras opiniones.

Al decir de Porley, “El derecho a la verdad es un derecho humano…” “Entregar una verdad a una persona, a un niño, es respetar su dignidad humana. Y debe ser motivo de nuestro orgullo como nación, decir la verdad en forma ilustrada”.

Y es bueno para el país y para su propio partido, que desde esa misma colectividad surjan voces tan ilustradas como valientes, como ésta de la pluma del octogenario y sabio Carlos Maggi. Era la única respuesta que esperábamos.

Carlos E. de Mello


(1) Algunos libros publicados sobre los Charrúas: Artigas y su hijo el Caciquillo, de Carlos Maggi; Uruguaypirí, de Danilo Antón; Piríguazú, de Danilo Antón; El pueblo jaguar, de Danilo Antón; Canaexé, de Sergio Sánchez; El último Charría. De Salsipuedes a la actualidad, de Rodolfo Martínez Barbosa; Artigas y el lejano norte (refutando la historia patria), de Carlos Maggi; Amerrique. Los huérfanos del paraíso, de Danilo Antón; Bernabé, Bernabé, de Tomás de Matos; Artigas ñemoñare (descendientes), de Nelson Caula; Pueblos y Culturas aborígenes del Uruguay, Angel J. Zanón; Charrúas, Guenoas y Guaracíes, Diego Bracco; La Memoria Invensible, Gonzalo Abella; Nuestra Raíz Charrúa, Gonzalo Abella; Mitos y Leyendas de la Banda Oriental, Gonzalo Abella.

Aclaración. En la nota anterior (Charruismo I) publicada en este medio, dijimos: “Lo del partido colorado en el poder y el Presidente Rivera, fue simplemente un etnocidio” Debemos aclarar que el episodio de Salsipuedes fue el 11 de abril de 1831, y los partidos políticos surgieron en 1836. Por lo tanto –como es obvio- no le cabe al Partido Colorado ninguna responsabilidad en el acto genocida en si mismo. El Gral. Rivera, quien fué su autor intelectual –entre otros- y brazo ejecutor, fundó luego un partido político, que simplemente mantuvo en silencio por más de un siglo el sangriento episodio. Eso quisimos decir nada más. Cumplimos con pedir disculpas por la mala interpretación que de aquella expresión pudiera haberse hecho. C.E.M.

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