Uruguay se "faranduliza" pero con un perfil propio

Uruguay se "faranduliza" pero con un perfil propio
¿Estamos para el chisme?
"Si es del lado argentino, lo que haga el uruguayo es bárbaro. No importa su fama previa, si baila en el caño o si protagoniza un bochorno", opina Eunice Castro.


IGNACIO QUARTINO - GABRIELA VAZ

Proyectos de programas nacionales de chimento, revistas del corazón con ventas en ascenso y cada vez más lugar en los medios para figuras orientales forjadas en Argentina, dan lugar a la pregunta: ¿Nace un "star system" charrúa?

El lunes, Canal 12 comenzó a emitir Duro de domar, el humorístico argentino conducido por Roberto Pettinato. En el primer bloque del programa, el tema fue el casamiento de Wanda Nara, pero al rato uno de los panelistas recordó que ese día el envío comenzaba a verse en Uruguay por lo que, luego de los saludos correspondientes, otra integrante del staff sugirió explicar a los nuevos televidentes quién es Wanda Nara. "Paraaá... ¡es Uruguay, no es Sudáfrica!", respondió Pettinato.

De hecho, aunque ese punto no lo discutieron, es probable que los uruguayos tengan aún más presente que los propios argentinos a las figuras de la farándula porteña. Eso dicen las mediciones de audiencia al menos: acá, programas de chimentos como Intrusos o Los Profesionales son más vistos que allá (ver recuadro). Quizá por eso, los canales uruguayos manejan proyectos de ese estilo. "Tienta mucho. La percepción general entre productores es que hay material" para realizar un programa así, dicen desde Monte Carlo. En Canal 10, incluso, casi se cierran negociaciones con Luis Ventura para un Intrusos uruguayo, que se llamaría Un lugar en tu mundo. Pero ahora está en stand by, por falta de tiempo.

Ahora bien, muchos se preguntan si en Uruguay funcionaría algo así, dado que no existe una farándula nacional... ¿o sí? Las figuras compatriotas que se forjan en Argentina (meca del circo mediático), que cada vez son más, están hoy acaparando lugar también en los medios uruguayos. Y hasta la revista Caras Uruguay, que surgió hace un año ante la mirada desconfiada de muchos, ha duplicado su tiraje desde su primera edición, según aseguran sus responsables.

¿Es posible entonces la creación de un "sistema farandulero" similar al argentino? Que sí, que no, que quién sabe... Uruguayos famosos acá y allá dan su opinión.

"SOMOS DE OTRO PALO". Aunque las cifras de ratings y lectores sugieren una suerte de demanda del público uruguayo por consumir noticias de la farándula local, la mayoría de los consultados considera que acá jamás funcionaría un sistema como el porteño.

La razón que más se alega, sin embargo, no pasa por la falta de interés, sino por el tamaño del mercado. "Hay muy pocas figuras", dice Claudia Fernández, que insólitamente (al menos por sus constantes enfrentamientos mediáticos) coincide con Mónica Farro. "En Uruguay no hay figuras que emerjan constantemente, como sí pasa en Argentina", opina la participante de Bailando por un sueño.

El "acá nos conocemos todos" es la excusa más escuchada. "Nadie va a arriesgarse a hablar de otro, te los cruzás todo el tiempo", alega Fernández, aunque confiesa que no tendría problema ninguno en ir como invitada a un Intrusos uruguayo, y tampoco en conducirlo.

Eunice Castro disiente con que eso sea lo que impide la creación de una farándula local. "¡En Argentina también se conocen todos! Lo que pasa es que hay otros códigos", apunta y dice que "está bueno" que exista un programa de chimentos, pero "sin hablar mal de la gente".

También hay uruguayos que, si bien trabajan en Argentina, ven el fenómeno farandulero de manera más lateral, puesto que no son protagonistas en revistas del corazón ni en los programas de Jorge Rial o Viviana Canosa. Tal es el caso de Sebastián Almada, que aunque se inició con Marcelo Tinelli, mantuvo su carrera como actor cómico. "Creo que no hay farándula en Uruguay. En Argentina existe porque su sociedad se presta para escándalos mediáticos. Es algo sociológico. No es mejor ni peor, es distinto. Los uruguayos no vivimos pendientes de los líos televisivos. Al menos, no me imagino a Omar Gutiérrez peleando con Puglia. Somos de otro palo", dice el actual protagonista del humorístico La risa es bella.

Pero así como no puede negarse el gusto de los uruguayos por consumir escándalos made in Argentina, tampoco basta cruzar el charco para volverse profeta. "En Uruguay siempre se vio lo que hice (...) incluso cuando hacíamos las cámaras ocultas en VideoMatch, donde nos desnudábamos en el número de Full Monty. Creo que si en Uruguay hacíamos eso nos echaban del canal, pero al hacer cosas así en Argentina quedás amparado".

Igual opina Eunice. "(Si es) del lado argentino, lo que haga el uruguayo es bárbaro. Es más, quedás a un paso de ser una diva. No importa la fama previa que tenga en Uruguay; si lo hace en Argentina, está buenísimo, sin importar si baila en el caño o si protagoniza un bochorno en un programa de chimentos".

VIDA PRIVADA. Donde hay gente, hay chismes. Esa es la premisa de un programa como Intrusos y el motivo por el cual ese formato puede funcionar hasta en el pueblo más recóndito, asegura el periodista argentino Luis Ventura. Es que la principal motivación de los consumidores de farándula es justamente conocer detalles de su vida privada.

Esa fue una de las primeras preguntas que suscitó la aparición de Caras Uruguay: ¿los famosos locales estarían dispuestos a hablar de su vida privada o se mostrarían más bien reticentes al respecto? "Ha sido una gran sorpresa. Muchos personajes nos abren las puertas de sus casas y nos cuentan sus intimidades. Creímos que iba a ser más difícil, pero nos dimos cuenta de que el uruguayo tiene necesidad de contar sus alegrías y tristezas. Se está terminando ese tabú", asegura su editor, Martín Rodríguez.

Victoria Rodríguez fue la tapa del primer número de la revista, algo que le valió todo tipo de opiniones (ver recuadro). "Me tiene bastante sin cuidado cómo lo tomen. Me importa en la medida en que trabajo públicamente y tengo que ser coherente en el mensaje que quiero mandar. No me gustó la forma en que vendieron la revista: `Victoria habla de su divorcio`. Desde ese lugar, antes de volver a salir, quisiera saber cómo la van a vender. Porque honestamente, soy de reservar mi vida privada. (La revista) no decía nada de mi divorcio, nada. Para una vedette, que tiene otro tipo de conexión con el público, es distinto", afirma Victoria. ¿Iría invitada a un Intrusos uruguayo? "Nooo... (risas). No sé. Allá (en Argentina), por más invasión a la privacidad que hay, entran en el juego los que quieren, aquellos que por su carrera les sirve. Eligen mantenerse afuera los que tienen una trayectoria y no precisan esa ventana".

Abigail Pereira, una de las figuras uruguayas que bien sabe de exponerse, opina que hay material de sobra para un programa sobre farándula uruguaya, porque acá "pasan muchas cosas". En cuanto a su vida privada, aclara que sólo hace público lo que sirve para un objetivo social: luchar contra la discriminación. ¿Y las peleas? ¿Son parte del juego? "Bueno, ahora se me dio una con esta mujer (Farro), que para mí es un horror, pero tuve que salir a contestar porque si no queda como que uno avala. Hay cosas que no podés dejar pasar..."

"Chismes hay en todos lados"

Con orgullo, Luis Ventura se jacta de haber sido pionero en promover figuras como Claudia Fernández y Eunice Castro, y otros que no pertenecen al show de Tinelli pero tienen relevancia en el circo mediático, como Jorge Rama.

Así como muchos outsiders del espectáculo pueden conformar esa fauna, otros legítimos integrantes de éste pueden quedar por fuera. Por ejemplo, explica el "intruso", Norma Aleandro y Alfredo Alcón, figuras respetadísimas de los escenarios porteños, jamás serían invitados al casamiento de Wanda Nara.

Algo similar ocurre con uruguayos que, con el tiempo, se convirtieron en referentes del espectáculo en Argentina. A la mente de Ventura vienen los casos de China Zorrilla, Berugo Carámbula, o los integrantes de Hiperhumor, que se hicieron reconocidos en la vecina orilla por sus cualidades como actores.

Hoy la realidad es distinta. El socio de la vida de Jorge Rial admite recibir en su oficina a diario visitas de vedettes, coreógrafos e integrantes del show business local, en busca de un poco de prensa para tener una oportunidad en el mundo de la farándula porteña. Un ejemplo: Andrea Ghidone, vedette principal de la revista Boom Magic, ya entró en contacto con Ventura para tener una oportunidad en una obra de la calle Corrientes o en ShowMatch.

"Siempre que haga algo en los medios, nunca faltará mi conexión con Uruguay y la farándula", dice el periodista, quien de hecho estuvo a punto, el año pasado, de cerrar negociaciones en Canal 10 para realizar un programa semanal de espectáculos con Claudia Fernández. Si bien explica que ahora no tiene tiempo para concretar ese proyecto, opina que un formato como el de Intrusos funcionaría perfectamente también en Uruguay. "Farándula hay en todos lados, chismes también, y eso interesa a todo el mundo", concluye.

"El ambiente uruguayo es tenso"

Mónica Farro. "(En Argentina) generan una industria con figuras que emergen todos los días (...) Basta hacer un repaso de las figuras de la TV uruguaya y se puede ver que siempre están los mismos. Sin renovación, no hay farándula".

Abigail Pereira. "Lo que pasa es que acá no existe un programa (de TV) que exponga todas las cosas que pasan en la farándula uruguaya. Porque pasan, y pasan muchas (...) La televisión, el ambiente uruguayo es muy tenso".

Claudia Fernández. "Uruguay es tan chico, nos conocemos todos, nadie va a arriesgarse a hablar de otro (porque) te los cruzás todo el tiempo. Creo que nadie se animaría a hacer un programa tipo Intrusos (...) Yo sí lo conduciría".