Tropical versus rock

ROCK NACIONAL - Del 30 de mayo al 20 de junio de 2002 de EL PAIS


La "dictadura" tropical

Pese a que algunas bandas están pasando por un buen momento en materia de ventas y muchas tienen frecuentes apariciones en vivo, muchos músicos sostienen que se está viviendo otra dictadura, la de la música tropical. Este tema fue abordado por el musicólogo Coriún Aharonián durante una entrevista realizada por Carlos Cipriani López (Domingos de El País, 9/6/2002), y por Alberto “Mandrake” Wolf en otra nota que le hiciera Roy Berocay (Búsqueda, 13/6/2002).
En ambas entrevistas, el término “dictadura” se utilizó también para definir al predominio del Canto Popular en los primeros ochenta, y del rock inmediatamente después.
La música tropical, comúnmente llamada – en un tono muchas veces despectivo y no siempre acertado – cumbia, tiene una fecha de desembarco en Uruguay anterior a la del rock. Pero no fue hasta mediados de los noventa que escapó del “ghetto” al cual estuvo tradicionalente relacionada, el de los sectores sociales más bajos, para llegar masivamente a todas las clases.
Mucho tuvo que ver que esta música tuviera un cambio de “look” y se fusionara con otros ritmos, como ser el candombe y el pop. También tuvo relación que en Argentina grupos como Commanche y Sombras, Marcelo Tinelli y Videomatch mediante, llegaran en 1995 a públicos antes impensados para un conjunto tropical. Y ya se sabe lo culturalmente dependientes que somos del vecino país...
Un mojón en la historia de la música tropical en Uruguay fue el nacimiento, en marzo de 1996, de los Fatales, liderados por el ex cantante de Karibe con K (el grupo de mayor cantidad de discos vendidos en el género entre fines de los '80 y principios de los '90) Fabián Delgado. A partir de ahí surgieron Chocolate, Monterrojo, L'autentika y otros más. Todos ellos llegaron a las discotecas más "chetas", a las emisoras que en algún momento no pasaban música en español y a las clases sociales altas, algo difícil de imaginar décadas atrás. Las ventas de ellos suelen ser muy superiores a las de la inmensa mayoría de las bandas de rock y tienen una mayor presencia en las radios.
¿Cómo explican los músicos de rock lo que pasó? La opinión de Tabaré Rivero es que el fenómeno no es algo nuevo sino que se remonta a muchos años atrás, más precisamente a la época del gobierno militar: "la cumbia fue la música de la dictadura, apoyada por los militares contra el rock y el canto popular por lo inofensiva". Sobre el auge de estos últimos tiempos, "el mismo acompaña todo un proceso de decaimiento cultural e ideológico que se está dando. La culpa no es de los que cantan o los que tocan, ya que para la mayoría de ellos es un trabajo, sino los que manejan ese negocio porque saben que están estupidizando a la gente".
En la misma línea opina Nicolás Lieutier (la Vela Puerca) quien afirma que "es una música muy simple y atractiva, que llama la atención de un niño y está en todos los medios de comunicación; desgraciadamente lleva a entorpecer y maleducar los oídos... dale cien años de estupidez a un pueblo y va a terminar estúpido".
Para algunos, el hecho que la música tropical saliera de su ámbito no fue sorpresivo, uno de ellos fue Jorge Nasser: "una vez que en los centros de difusión cultural a nivel mundial (como Miami y más precisamente el productor Emilio Estefan) se empezó a 'elegir' música para el mercado hispano, todo era cuestión de tiempo". Indica que a favor de ellos, hay que decir "que ya era una música popular en el país antes de su 'boom'".
"Lo que pasa es que la clase alta uruguaya es muy burra; como dice Daniel Vidart, es la 'aristocracia de la bosta'", indica Santiago Tavella de Cuarteto de Nos, "por eso, cuando la cumbia se puso de moda se 'destaparon'". Para el bajista, el principal problema de la música tropical es su bajo nivel de producción, "los discos salen uno atrás del otro en malas condiciones, en el rock uruguayo de los ochenta pasó algo parecido".
Como era previsible, el "boom" tropical tuvo repercusiones negativas en algunas bandas, como por ejemplo, quedar relegados en el mercado. "Hubo un verano, no me acuerdo cuál, en que todo fue cumbia", recuerda Chole de la Abuela Coca, "llamaban de una discoteca y te preguntaban '¿cuánto sale la Abuela?' Les decíamos el precio y te contestaban que los grupos tropicales cobraban mucho menos y llenaban el local". El cachet de una banda de rock se encarece "debido a que el ‘toque’ es en vivo, no hacemos playback ni media pista". El cantante se quiere olvidar de esa temporada estival en que prácticamente no trabajó.
Sin embargo, no todas las visiones son negativas. El mismo Chole reconoce que el hecho que esa música salga al exterior (ejemplo: "Mayonesa" de Chocolate se escuchó en las ediciones argentina y española de "Gran Hermano") abre puertas al resto. "Es una brecha para que se conozca lo que se hace acá, y todas las brechas sirven; no estoy muy de acuerdo con que haya sido justamente esta, pero fue y vamo' arriba", coincide Pablo Abdala, baterista de No Te Va Gustar.
No solamente generó ventajas para el exterior sino también para dentro del país. "En el Interior la música tropical sigue siendo la música preferida", dice el cantante de los Buitres Gabriel Peluffo, "y estos grupos han logrado que los locales donde usualmente tocan - que suelen ser los mismos donde tocamos nosotros - hayan mejorado su infraestructura, las luces y el sonido".
Peluffo indica que estos grupos no tienen que ser considerados competencia: "no nos afecta negativamente en absoluto, hacemos algo muy distinto, es una diferencia muy radical".
"Lo de las cumbias es una moda y como tal va a desaparecer, no tienen contenido", sostiene Frankie Lampariello, bajista de Hereford. Su compañero de banda Diego Martino asegura que dentro de dos años "los discos de este estilo que se comprés los vas a tener tirados; otro de los Stones, de Snake, de Jaime Roos o la Vela, lo vas a seguir escuchando".
El otro Peluffo, Guillermo de Trotsky Vengarán, opina que lo peor es "cuando no podés ir a una fiesta, a un casamiento, ni siquiera caminar por la calle sin escuchar las cumbias. Eso te provoca rebelarte contra ellas, como contra cualquier cultura predominante que te asfixia".

diario EL PAIS