JULIO BOCA Lamento que cultura y política se mezclen"

Lamento que cultura y política se mezclen"

Julio Bocca

"Tango de burdel, salón y calle" llega al escenario mayor del Solís, para dar dos actuaciones del Ballet Argentino, dirigido por Julio Bocca, con Eleonora Cassano y Cecilia Figaredo como figuras estelares. Luego de la función de hoy a las 21 horas, se despide el domingo a las 19 horas. Las localidades valen entre $ 350 y $ 1000. Las danzas de los inmigrantes se irán conjugando hasta el nacimiento al tango, en la atmósfera de lujuria de los burdeles. Con guión de Elio Marchi y coreografía de Ana María Stekelman, la obra transita por lo dramático y también por la alegría del charleston, el foxtrot, recorriendo un siglo de ritmos, pasos de baile y melodías.

Carlos Reyes

-¿"Tango de burdel, salón y calle" es de gran despliegue?

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www.Taconeando.com -El despliegue no sé si es muy grande: hay bastante juego de luces, que se está usando mucho, y hay una orquesta de cinco mujeres y también una cantante. Creo que lo más fuerte es lo musical, la coreografía, y sobre todo las luces. Es un poco como Boccatango, el espectáculo con el que me despedí: es ese formato, con cosas muy simples y muy poderosas en cada rubro, la música, el canto y la danza, unidas por un mismo amor, que es el tango.

-Corrieron comentarios sobre que el Ballet Argentino se está por disolver.

-No es que se disuelve, sino que va a tener otro formato de compañía, va a cambiar de régimen. Siempre tuve contratos anuales, y ahora vamos a trabajar más específicamente con gente para espectáculos. Eso es por la situación económica mundial, que ya todos lo sabemos, y la danza siempre es la que más se perjudica. Junto a ese cambio, me voy a volcar más a dar mayores posibilidades a los coreógrafos jóvenes, nuevos, diferentes: creo que es algo que está faltando. La idea es hacer como hicimos con los bailarines: no centrarnos sólo en Buenos Aires sino también volcarnos al interior del país y traerlos becados.

-¿Pero la compañía está con problemas financieros?

-Siempre estuvo con problemas, porque nunca tuvimos un sponsor fuerte durante todo un período. Además, cuando dejé de bailar, también ahí bajó un poco. Y este año, con la situación mundial, muchos festivales que estaban programados se fueron cancelando, porque siempre la cultura es lo primero que se recorta, y dentro de la cultura, la danza. Entonces eso también perjudicó un poco (o mucho) la entrada que uno pensaba tener.

-Pasando a temas artísticos, ¿es bravo utilizar el tango para la danza contemporánea?

- No, no es bravo, creo que ambas formas de danza se han enriquecido muchísimo una a otra. Si vas a ver espectáculos de tango típicos, muchos tangueros de esos de bien de tierra, están agarrando muchos pasos de la danza contemporánea, como trucos, levantadas. A su vez la danza contemporánea se ha enriquecido con el tango, principalmente esa cosa de la relación de la pareja. Creo que le ha dado mucha fuerza.

-¿Hay algún tipo de tango que se adapte mejor a la danza contemporánea?

-Todos son aptos: a mí particularmente me gusta más la milonga, porque es más ágil, y muy alegre. También eso es por la dinámica que tiene la coreografía Ana María Stekelman, que es muy ágil: ella fue una de las primeras que hizo la fusión del tango con la danza contemporánea. Pero en general, el tango acompañó siempre mi carrera, desde chico, cuando bailaba tango y folclore con mi madre. Y cuando en 1985 fui al concurso en Moscú, que tenía que llevar una danza contemporánea representativa de mi país, llevé un tango.

-Usted también trabajó con Juan Carlos Copes, un revolucionario en la coreografía del tango.

-Tuve la suerte de trabajar con él, en la película Tango, y luego me hizo un dúo con Eleonora Cassano, donde Plácido Domingo cantaba El día que me quieras, y también me armó otro dúo que bailé con Liza Minelli. Así que lo conozco bien y es maravilloso, y también son maravillosas las historias que te iba contando, de los tiempos del tango cuando la mujer aceptaba bailar con el que sabía bailar mejor, y no con el más lindo. Era totalmente otra cosa.

-¿En qué está el proyecto de que usted estuviera al frente de un elenco de ballet del Teatro Solís?

-Quedó para fin del año que viene, porque hay que esperar el cambio de gobierno, qué ministro de Cultura va a haber, esas cosas. Es como pasa en Argentina y en el resto de América Latina, que la cultura está mezclada con la política, lamentablemente.

-¿Qué balance va haciendo de esta etapa uruguaya de su vida?

-Estoy muy feliz, muy contento. Claro, uno quizá viene con una imagen y después vas viendo también que lo que son los servicios tiene sus problemitas: te dicen hoy y vienen en una semana, o te cortan la línea telefónica porque no pagaste ADSL, y ya estaba pago. Todas esas cosas cotidianas de la vida, y como yo nunca tuve tiempo, levantaba el teléfono y las solucionaba, mientras estaba de gira, y ahora las estoy viviendo.

-¿Y con los uruguayos se lleva bien?

-Tengo buen vínculo con los uruguayos: hay un respeto, un cariño. Y acá tienen todo, como en Buenos Aries: buenos actores, cantantes, músicos, bailarines. Lo único que no hay buenos incentivos, pero eso es una cuestión sudamericana.

Dos planes para el 2010
El año que viene el Ballet Argentino festeja 20 años y lo celebrará con dos presentaciones, en Mar del Plata y Punta del Este, que fueron las dos primeras plazas (nacional e internacional) donde la compañía se presentó. En el Conrad estará con "Tango de burdel..." desde el 25 de enero.

También en el Este, Bocca acordó sumarse a un emprendimiento inmobiliario que contrató su imagen. Se llama Swan Lake Forest y queda por Punta Ballena. "Allí se va a armar un estudio y yo me voy a hacer cargo de toda la parte de danza, canto y teatro, junto con Ricky Pashkus. La idea es hacer una escuela no sólo para el complejo, sino para toda esa zona. Va a estar abierto todo el año, para que en el lugar se pueda tomar danza clásica, contemporánea, canto y teatro. Esto es para finales de 2011, 2012; me gustó por la idea de llevar un poco de arte a la zona".

Auge, caída y regreso del dos por cuatro
El tango ha estado presente en la vida artística y en el día a día de Julio Bocca. "Para mí el tango fue una forma de ir creciendo como bailarín", comenta, destacando que Astor Piazzolla es lo que más hondo le llega. "Es algo muy personal, muy fuerte: siempre la música de Piazzolla me hacía mover aunque estuviera con 60 grados de fiebre y una pata rota", exagera.

Ahora, el tango regresó al repertorio del Ballet Argentino, en una producción recientemente aplaudida en Europa, donde impresionó por su pasión y su sensualidad.

"Nos salió un poco lo típico de cuando se hace tango -comenta con modestia Bocca-, que es su historia, desde la llegada de los inmigrantes, con sus diferentes danzas, aportando cada una hasta que surgen las primeras músicas y los primeros pasos del tango. Y desde su formación seguimos su recorrido, la llegada a París, a Hollywood, las variaciones que muchos no consideraron que era tango, hasta el momento que va perdiendo terreno frente a otras músicas, como el rock".

"Y de ahí llegamos hasta ahora, con el tango electrónico, con Bajofondo, y este resurgir que tuvo: personalmente creo que ahora el tango ya está instalado, como música, en todo el mundo. No va a desaparecer aunque aparezcan otras músicas: el tango ya es parte de la historia mundial".


El País Digital