Juan Sasturain y Parmigiani ("El tango de Antes"), un famoso bailarín de tango que pesaba 145 kilos y que decide al final de sus días encerrarse en un monasterio chino.
Costumbres argentinas
Hugo Fontana
JUAN SASTURAIN es un escritor polifacético y mediático. Lo primero, porque ha incursionado en casi todos los géneros, pero también porque ha sabido acercar al mundo de las letras una serie de expresiones muchas veces marginadas. Periodista deportivo, guionista de historietas, apasionado del género policial y, en un remoto pasado, profesor universitario, declaró alguna vez haber ejercido la docencia durante poco tiempo. "Debería hacer autocrítica: exceso de aparato crítico, conceptualización desmesurada, utilización instrumental del texto. Se lee para demostrar algo, para ejemplificar algo, para analizar algo. Todo mal. Hay que leer (los profes) lo que nos gusta y hacerlo disfrutar. Y leer y escribir, comentar y escribir sin demasiadas pautas, opinar libremente, describir las sensaciones...". Es entonces cuando acerca a sus clases la enseñanza de los géneros mencionados. "La posición ideológica era que en países neocoloniales como el nuestro se manejaba un concepto restringido de cultura, y que en la literatura quedaba una enorme cantidad de producciones que no entraban en ninguno de los tres géneros reconocidos", le dijo al periodista Claudio Zeiger en 2001. "La canción popular no entraba en la lírica; la historieta no entraba en la narrativa, y el cine o la televisión no podían ser vistos".
Y mediático, porque partiendo de esa misma estrategia, ha venido dirigiendo un ciclo televisivo en Telefé llamado Ver para leer, ganador de un Martín Fierro y que ha recogido gran audiencia aún emitiéndose los domingos a la medianoche, inmediatamente después de Gran Hermano. El programa fue diseñado por los productores del canal y su disparador es una anécdota ficticia: Sasturain debe enfrentar un problema doméstico, por ejemplo el cumpleaños de su hija, a quien no sabe qué regalarle, o que un viejo amigo, a quien ha abandonado la esposa, golpee a la puerta de su casa. De allí a la convocatoria de un autor o de un libro o a la visita a una librería resta solo un paso, que él sortea con ductilidad y buen humor."La inmensa mayoría que ve el programa es la gente que está viendo Gran Hermano y se quedan viendo lo que sigue", dijo en una reciente entrevista. Verdadera pena que los uruguayos, que consumimos tanto descarte de la televisión argentina, no lo podamos ver.
LOS QUE NO GANAN. Sasturain nació en la provincia de Buenos Aires en 1945. Ya adolescente, cuando pisó la capital quiso ser jugador de fútbol. Llegó a entrenar en Independiente y en Lanús, pero pocos de sus compañeros le creían que simultáneamente estudiara Latín e Introducción a la Historia, por lo que decidió abandonar las canchas profesionales. Recibido de profesor de Literatura, comenzó muy joven a colaborar en una larga lista de diarios y revistas: Clarín, La Opinión, Humor, Fierro y Página/12 entre muchos otros. A principios de los 80 publicó su primer libro, Manual de perdedores, una novela policial en la que debuta su investigador Echenike, un veterano jubilado que también protagonizará luego las historias de Arena en los zapatos (1988) y Pagaría por no verte (2008). Por aquel entonces, junto al dibujante Alberto Breccia, daría forma como guionista a la historieta Perramus, que llegaría a publicarse en varios idiomas y que obtendría importantes premios dentro y fuera de Argentina.
Ya desde esos primeros libros Sasturain trabajaría con unos personajes cercanos al entorno del suburbio, cuando no decididamente marginales. La mezcla de su literatura con el ejercicio del periodismo parece elocuente y lo emparenta con otros escritores que recorrieron su mismo camino: desde el fundacional Roberto Arlt hasta los más contemporáneos Osvaldo Soriano, Roberto Fontanarrosa, Alejandro Dolina. "Son escritores que llegaron al libro pero no necesariamente empezaron por el libro, el libro es como un lugar de paso. Pero es el lugar donde yo me siento más cómodo", afirmó en nota que le hicieron Mariano García y Sebastián Ackerman.
"Podría comenzar este relato diciendo que uno no puede jubilarse de lo que ama. Ya sea una mujer que nos hipotecó la adolescencia, un líder que nos ganó la vida o una camiseta con el color de la victoria. O mejor: nadie puede jubilarse de los sueños sin enloquecer", escribió en la Introducción a una de las reediciones de Manual de perdedores, que entonces dedicó a sus padres: "Este libro es para mis viejos que, saludablemente, no me enseñaron a ganar".
EMIGRADOS, FUGITIVOS. El caso Yotivenko es su tercer libro de cuentos. Antes había publicado Zenitram (1996) y La mujer ducha (2001). Al igual que este último, El caso... reúne relatos de distintas épocas, "de dos siglos, para ser más preciso", tal como él mismo se encarga de aclarar. Algunos ya habían sido publicados en Zenitram, otros conocían ediciones en diversos periódicos y fueron retocados o ampliados. El único inédito es el que da nombre al volumen. En todos ellos Sasturain da una muestra cabal de sus excelencias narrativas y de un lenguaje que, asentado en el nervioso trajín de la crónica periodística, potencia sus cualidades abordando las características ya señaladas de sus personajes típicos: emigrantes, fugitivos, pobres, hombres y mujeres que pocas veces participan del promocionado festín de las clases medias o altas.
Así pasa con el peruano Loayza ("Susvín", acaso el mejor de los relatos), quien debe transformarse en un batidor con el propósito de regularizar sus papeles; así con el ruso Yotivenko, quien llega a Argentina cargando sobre sus hombros la doble condición de ser casi un fugitivo del régimen soviético y el amante de la mujer de un diplomático; así con Marcelo Cattaneo ("Lengua larga"), un funcionario que había participado de la estafa al Banco Nación y que aparece "suicidado" a los fondos de la Ciudad Universitaria de Buenos Aires; así con Isaías Ortiz ("Isaías, un malentendido"), una suerte de profeta del peronismo, del que algunos historiadores estudian influencias y lados oscuros; así con Roberto Parmigiani ("El tango de Antes"), un famoso bailarín de tango que pesaba 145 kilos y que decide al final de sus días encerrarse en un monasterio chino.
Incluso cuando Sasturain sale de su país, es decir, cuando abandona el uso de algunas manidas costumbres argentinas, y escribe el cuento "La bandera almidonada", (donde la familia de uno de los astronautas que llegaron a la Luna en 1969 mira la transmisión televisiva), el giro final cierra con un humor indudablemente rioplatense.
No solo por la procedencia de su fauna, Sasturain sabe ir de la parodia al escepticismo. Establece un guiño de complicidad con su lector y otro con el mundo que aborda, y de pronto una referencia literaria -Borges, Faulkner, Onetti- que no hace otra cosa que reforzar una mirada, una sensibilidad. Todo indica que es en el reducido espacio del cuento donde más hábil se lo ve. Por lo pronto, algunas de sus novelas caen en un exceso de diálogos y de situaciones improbables, como ocurre por ejemplo en Pagaría por no verte. Pero hay que leerlo.
EL CASO YOTIVENKO, de Juan Sasturain, Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 2009. Distribuye Random House Mondadori. 253 págs.
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CHARRUA( uruguaya ,oriental o yorugua)------------------la primer CHARRUA( uruguaya ,oriental o yorugua) que fue jurado del Metropolitano de Tango y del Jurado Mundial ,por merito propio,ahora seleccionada como "maestra reconocida mundialmente",dara un Seminario de Alta Intensidad en el Mundial.No solo es futbol mundial el Uruguay."Tanguera Ilustre de Buenos Aires" "Condor de Oro de San Luis,Argentina....Quien es? L.L. pasion,voluntad y tecnica.Tecnica,voluntad y pasion.Abriendo caminos para Uruguay,embajadora cultural de este Paisito que es un gran Pais con mayuscula. --
Ver .The one,
lunes, 28 de diciembre de 2009
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