EN URUGUAY NO TRABAJO NUNCA MAS

ENTREVISTA. JORGE LANATA
"En Uruguay no trabajo nunca más"
El periodista argentino da detalles de su nueva serie, "XXVI Personas para salvar al mundo", y explica porqué su salida de Uruguay "fue peor" que todas las veces que lo echaron de Argentina.
Hernán Reyes - Corresponsal en Buenos Aires


El mundo de Jorge Lanata tiene mucho de caja de sorpresas. Como fundar un diario a los 28 años y animarse a conducir el último programa periodístico exitoso de la TV abierta argentina fumando un cigarrillo tras otro al aire. O pasar de ser un referente del progresismo en los 90 a ser ahora uno de los máximos críticos del kirchnerismo, y cruzar el mundo para filmar un programa sobre los BRIC y adaptarlo con estética de videoclip a la televisión. Por eso no sorprende cuando recibe a LA REPÜBLICA y es él quien comienza con las preguntas:



- Vi el diseño renovado y los carteles con el nuevo logo en la calle, contame un poco- pide para arrancar- ¿Y qué tal, gusta a la gente?- sigue.



La excusa del encuentro es el rodaje en Montevideo de uno de los capítulos de "XXVI Personas para salvar al mundo", la nueva serie que está rodando para Infinito y para la que entrevistará a personajes tan disímiles como Jimmy Wales, creador de Wikipedia, el cineasta Oliver Stone, Shakira, Gilberto Gil y Larry Brilliant, epidemiólogo y experto en pandemias, entre otros. La fecha de estreno es en algún momento de la segunda mitad de 2011.

El rodaje comenzó hace 15 días en los Estados Unidos y ya pasó por Nepal y parte de Asia. Ahora llegó a Montevideo, donde reconoce que se siente "como en casa" para entrevistar a Eduardo Galeano y al director del Plan Ceibal, Miguel Brechner. "No serán parte de ese grupo de 26 personas, pero aportarán su visión sobre otros líderes y procesos, una especie de testigos de situación y de las personas". Sin embargo, caja de sorpresas al fin, Lanata aprovecha también para dejar en claro que, tras su traumática salida de canal 12 "nunca más" volvería a trabajar a Uruguay y para opinar sobre la libertad de expresión en su país. "La Argentina está muy enfrentada por un discurso que viene desde arriba", dispara.



- ¿Por qué son 26 personalidades, además de para que los periodistas te preguntemos?

Es una casualidad total, justo se dio que quedaron 26 después de intercambiar muchos nombres. Pero después descubrimos algunas cosas interesantes del número: 26 es Dios en la Cábala ­eso nos lo contó el rabino de Madonna en Los Ángeles-; hay muchas curiosidades matemáticas también: 2 más 6 es 8 que es el número del Infinito, por ejemplo; y hay muchos otros juegos también. Pero en realidad es casualidad, no hay ningún motivo para que sean 26, 15 o 4.



- ¿Cómo fue la elección?

Cuando vos hacés una lista siempre te proponen nombres y se va enriqueciendo. Había un criterio inicial para que fuera gente que ayudara al mundo, y pensamos que era muy ingenuo plantearlo así. Entonces, a medida que fuimos avanzando pensamos en meter gente con ideas nuevas, no solamente buenas, ya que no era la idea hacer un programa de Madres Teresas. No se agota en que sea sólo buena gente, hay de todo. Se trata de tipos con buenas ideas que aplicaron para que el mundo sea distinto. Incluso tipos con talento, pensando en que la belleza también puede salvar al mundo.



- ¿Qué diferencias ves entre BRIC, tu anterior programa, y XXVI?

Acá hay un pequeño componente de ficción, que no tenía BRIC. Empieza en la Iglesia de los templarios en Londres, y encuentro una especie de Código del Siglo XII y lo voy descifrando y habla de las 26 personas que van a ayudar al mundo. Hay como una cosa road movie, viva, en BRIC que creo que ahora se potenció más. Hay muchos recursos de ficción que creo que ayudan al documental. BRIC era más describir situaciones, acá son personas, y está el tema de cómo llego a ellas, mi relación con ellos.



- Mencionabas al comienzo que habrá una suerte de "testigos" de cada uno de los personajes, ¿cómo es eso?

Hay dos tipos de testigos, los testigos del tema y los de los protagonistas. Los primeros van a lo largo de los primeros capítulos y son los que cuentan la idea central: ¿es posible cambiar el mundo? ¿Por qué? ¿Para qué? Y hay escritores, filósofos. Con Galeano vamos a hablar de eso, también estarán Martin Amis, Vargas Llosa. Y después hay testigos de los protagonistas, gente que los conoce o conoció y que cuentan porqué hicieron lo que hicieron.



- ¿Te enriquece en algo el proceso televisivo para la escritura?

El verdadero guión se hace en la edición. Vos no podés guionar un documental, te va sorprendiendo mientras lo hacés. Si lo guionás lo matás, lo serruchás. Yo escribo así por lo menos. Más en estos casos en los que al no estar atado a lo cotidiano tenés más posibilidades.



- ¿Y cómo ha sido la vuelta a la gráfica? (N. de R: retomó sus columnas diarias en la prensa escrita argentina)

Ahora volví a escribir todos los días. Es un buen ejercicio, aunque hay que tener la disciplina de escribir todo el tiempo. Yo soy periodista, a mí me gusta eso. Yo podría retirarme y hacer análisis político, pero no hay nada que me aburra más. Yo soy un cronista, me gusta conocer gente, recorrer lugares, preguntar.



- Volviste además en un momento de mucho debate en el periodismo argentino sobre la libertad de expresión.

Está en un momento muy particular. Hay una cosa del Gobierno muy autoritaria, de tratar de tener la razón en todo y tratar de traidores a todos los que no están de acuerdo. Y se trasladó a toda la sociedad, es el discurso que llega desde arriba. Se volvió una Argentina muy enfrentada.

Es un momento muy particular que no ayuda mucho al laburo. Me vino bien trabajar afuera del país en ese sentido para salir un poco de ese quilombo.

- ¿Y a Uruguay volverías?

Nunca. Pero no lo digo con bronca, yo quiero este país. Y porque lo quiero aprendí también a putearlo, sintiendo el derecho a hacerlo porque me siento parte de Uruguay, estoy en casa acá.



- ¿Por qué esa negativa tan tajante?

Es que fue fea la experiencia nuestra al final, la de Canal 12. Fue un papelón, sentí que alguien, quizás el Gobierno, quizás la gente, deberían haber hecho algo, y nadie hizo nada. Y no me gustó. Yo no venía acá por plata ni para que me conocieran. Vine porque me parecía útil hacer algo en el país, pero no se dio, y los famosos intocables terminaron siendo todavía más intocables.



¿Peor que en Argentina?

Y sí, de allá me echaron muchas veces, pero duraba más. Acá fue a los 4-5 meses que me dieron una patada en el culo.

LA REPUBLICA



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