lunes, 1 de septiembre de 2008

EL CRIMEN DE LA TERNERA

EL CRIMEN DE LA TERNERA
28 de abril de 1929
Cuando José Saravia mandó matar a su esposa
El último Juicio Oral y por Jurado en Uruguay[i]

El juicio de José Saravia, acaudalado y poderoso hermano de Aparicio, acusado de matar a su esposa por encargo dio comienzo el 2 de agosto de 1937 y terminó cinco días después[ii]. El "crimen de La Ternera", como se llamó popularmente al caso, tuvo un pronunciamiento tan controvertido que determinó que en el Uruguay se suprimieran los juicios orales y por jurado, debido a la presunta existencia de presiones y sobornos.[iii]

Un 28 de abril pero del año 1929, en la 8ª. Sección del Departamento de Treinta y Tres, entre los arroyos Sánchez y La Ternera, José Saravia mandó matar a su esposa en la estancia de la familia. Por ahorcamiento y “sin machucarla”. En esa época, su hermano Basilicio era el Comandante de la División “33” del Gobierno. En su feudo, Saravia era amo y señor.

Es un campo pedregoso. Serranías de montes de talas, molles, coronillas y ñapindaes donde se criaron Aparicio y Gumersindo, exponentes de un Uruguay arisco y montaraz[iv].

Caudillos, Uno Colorado y el otro Blanco, resolvían sus conflictos mediante las armas. No fue menos José Saravia, hijo de “Chico” Saravia y hombre de confianza de José Batlle y Ordoñez en Cerro Largo.

Al envejecer, José fue transfiriendo sus propiedades a Rosa Sarli, su amante. Esto no le gustó a Jacinta Correa, su esposa legítima, quien solicitó separación de bienes y divorcio.

Antonio Silvera confesó que, por indicación de José Saravia, contrató como sicarios a sus dos sobrinos: Octavillo y Orcilio Silvera. La restante inculpada confesa, la doméstica de la estancia Martina Silva que había recibido cianuro de Saravia para asesinar a Jacinta, había fallecido poco tiempo atrás.

Por unanimidad, el Jurado resolvió que -aún cuando existen graves presunciones de la comisión por Octavilio y Orcilio Silvera, instigados por una tercera persona y bajo promesa de juicio, no resultó suficientemente probado.
Si bien existieron serias presunciones de que el procesado José Saravia fue el instigador de la muerte y de que el también procesado Antonio Silvera obró como mediador, no constituyeron a juicio del jurado prueba acabada de la intervención imputada. La opinión del jurado se impuso sobre la del Tribunal de Primer Turno, Dres. Llovet, Romero y Minelli, quienes firmaron el fallo discordando.

José Saravia salió libre y falleció poco después. Pero antes, contrajo matrimonio con Rosa Sarli. Antonio Silvera y sus sobrinos fueron condenados a varios años de cárcel. Entraron, sacaron mediante el uso de la fuerza a una mujer desconocida, la asesinaron y se fueron sin robar.

Una leyenda en Treinta y tres cuenta que los viajes del abogado defensor Raúl Jude desde Montevideo al Departamento por cuenta de su cliente fueron un total de treinta y tres. El Dr. Jude fue Ministro del dictador Terra y su hijo Raumar, de Pacheco Areco.

El pronunciamiento fue tan controvertido por la presunción de sobornos y presiones que llevó a la decisión parlamentaria de suprimir para siempre los juicios orales y por jurado. Los campos, en la actualidad, pertenecen a la familia Sarli.
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BIBLIOGRAFÍA:

[i] PEHAR, Ana et al: Barrios Montevideanos con Memoria. Doble Click, Montevideo, 2005
[ii] César Di Candia, Añoranzas Y - Volumen 12 http://www.perfiluruguayo.com/anoranzas_y.html

[iii] http://www.turismo33.com.uy/leyendas.php
[iv] http://aparicioaparicio.blogspot.com/
Publicado por MIGUEL

jueves 17 de enero de 2008
Miguel Kertesz
Cuentos
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http://miguelkertesz.blogspot.com/

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